Capítulo 9.

Ginger Bennet

Sonó el móvil indicándome la llegada de un nuevo mensaje de whatsapp cuando salía del hospital junto a Ronnie. Íbamos a ir a buscar su coche para luego ayudarla a llegar a la casa de su amigo. Saqué el móvil del bolsillo y leí el mensaje.

¿Seguro que no te pasa nada? No sé, te noto rara conmigo. ¿Qué tal si quedamos un día de esta semana por la tarde a tomar un café? Invito yo.

Era Amy. Habíamos intercambiado un par de mensajes a lo largo de la mañana pero al parecer no se había tragado lo de mi “desaparición” repentina la otra noche. No me quedó más remedio que aceptar su propuesta y quedamos para el jueves. Ya pensaría alguna excusa mejor. Después de que Ronnie firmara algunos papeles, recuperó su coche. Nos montamos, me dijo la dirección a la que tenía que ir para indicarla y puso la radio, una canción estaba terminando y la siguiente melodía que empezó a sonar era fácilmente reconocible para mí. Era la voz de Zayn y su Uh, I just wanna take you anywhere that you like. Inevitablemente, me puse a acompañarle, cantando también.

- ¿Te gusta One Direction? –me preguntó Ronnie, apartando unos segundos la mirada de la carretera para mirarme.

- Los sigo desde el principio así que, el verbo gustar se me queda corto.-ambas reímos.- ¿Y a ti? –ella asintió.

- También los sigo desde el principio.-hizo una pausa, quedándose pensativa.-

- ¿Estás bien? –pregunté.

- Sí, sí. Es solo que ahora no sé si es buena idea que me acompañes a casa de mi amigo.-Mi mente actuó rápidamente, atando cabos.

- Espera…-empecé a decir.- ¿No me digas que tu amigo es uno de ellos?

- Correcto. ¿Eres una de esas locas que no paran de chillar cuando los ve? –me sonrojé recordando mi primer encuentro con los chicos, en el meet and greet.

- No te preocupes, no será la primera vez que los veo.-

La indiqué cómo llegar hasta aquella calle que se encontraba a las afueras de la ciudad. Me preguntaba cuál de los cinco sería su mejor amigo. Unos veinte minutos después, llegamos. Aparcó frente a la casa marcada con el número 26. Entonces descubrí quien era ya que se encontraba en el jardín, de espaldas a nosotras pero aun así, le reconocí. Nos bajamos y Ronnie hizo sonar la bocina del coche y le asustó. Ambas soltamos una risita.

- ¿Ronnie? ¡Qué sorpresa! –dijo acercándose a donde estábamos. Los dos se abrazaron durante unos minutos.- ¿Cómo tú por aquí?

- ¿No puedo venir a visitar a mi mejor amigo? –y volvieron a abrazarse mientras yo contemplaba la escena apoyada ligeramente en el coche. Ahora mismo sobraba allí pero necesitaba que alguien me llevara de vuelta a la ciudad, no llevaba dinero encima y estaba demasiado lejos como para volver andando. Tosí para intentar llamar su atención.- ¡Qué tonta! Lo siento, me olvidé de ti.-dijo riendo.- Lou, ella es Gin aunque creo que ya os conocíais.

- La chica del meet and greet, amiga de Amanda ¿verdad?

- Esa soy yo, sí.-sonreí.

- Encantado de volver a verte.

- Lo mismo digo.-

- ¿Queréis pasar a tomar algo? –se ofreció.

- Me encantaría pero yo debería volver al hospital.-dije.

- Cierto.-habló Ronnie.- ¿Te importa si la llevamos en tu coche, Lou? Ha venido para ayudarme a llegar hasta aquí, tengo que agradecérselo de alguna manera.

- Claro, ningún problema.

Amanda Turner

Me di una ducha rápida en el gimnasio y, después de vestirme, salí de allí para ir a casa de Nick.

- ¿Otra vez solo en casa? –pregunté cuando me abrió la puerta.

- Esto es así, lo sabes tan bien como yo.-contestó y besé su mejilla.- ¿Qué tal el gimnasio? –preguntó mientras entrábamos.

- Bien, van cogiendo forma.-bromeé señalando mis glúteos.

- A ver, espera.-me hizo parar y miró mis vaqueros desde atrás.- Tienes razón, cada día están mejor.

- ¡Pero no me mires el culo, descarado! –le grité, regañándole y se echó a reír. Automáticamente recibió un golpe de mi parte.

Después de un par de bromas más, nos pusimos en el salón a estudiar cada uno lo suyo. Nos acomodamos en el suelo y de vez en cuando intercambiábamos alguna que otra mirada. A media tarde, decidimos hacer un descanso.

- ¿Algo de beber en especial? –me preguntó.

- ¿Tienes batido de chocolate?

- Tengo de todo.-me guiñó un ojo antes de ir a la cocina y reí.

Saqué el móvil del bolsillo del pantalón para mirarlo mientras él volvía con las bebidas. Había un montón de mensajes del grupo de los chicos que me hicieron reír: Harry, Zayn y Niall no paraban de poner que estaba haciendo todo tipo de cosas con el que según yo era mi amigo; Liam intentaba hacer que se callaran y Louis protestaba de vez en cuando diciendo que pararan para no petarle el móvil.

- ¿Hablando con el tal Harry? –dijo sobresaltándome.

- ¿Te importa?

- Mucho.-sin darme apenas cuenta, le tenía frente a mí, con su aliento dando de lleno en mi cara. Sonreí algo nerviosa, unos años atrás lo que más hubiera querido en ese momento habría sido que me besara pero ¿y ahora? ¿qué quería ahora? Le miré y estaba dispuesto a acortar esa pequeñísima distancia cuando mi móvil volvió a sonar.- ¿A qué es él? –miré el móvil. Sí, de nuevo eran ellos.- Ves, por eso me importa, ha estropeado mi momento.-me sonrió pasándome el batido.

~

No se puede estudiar si os pasáis la tarde mandando mensajitos sin sentido.

Les escribí cuando iba de vuelta a mi casa. Mientras, iba pensando en lo que había pasado o, mejor dicho, en lo que podía haber pasado. ¡Habíamos estado a punto de besarnos! ¿Es que acaso ahora yo le gustaba a Nick? Estaba verdaderamente hecha un lío. Pensaba que los dos años que había pasado en España habían servido para olvidarme de todo ese asunto pero al tenerle tan cerca es como si algo se hubiera vuelto a activar en mi interior. Sacudí ligeramente la cabeza, queriendo sacar esos pensamientos y volví a meterme en la conversación con los chicos que habían contestado con protestas a mi último mensaje.

Cambiando de tema.-escribió Harry.- aunque después de tu última grosería, Amy, no sé si debería invitarte.

Suéltalo, Harold.

Eh, no le permito a nadie que me llame así.

Conmigo harás una excepción, ¿a qué sí? –puse junto a una carita de un cachorro.

A eso no te puedes negar, Hazza.­-puso Nialler.

Bueno, habla Styles.-le metió prisa Zayn.

Viernes. En mi casa. Nosotros seis. Mini fiesta. ¿Os parece?

Me apunto.-escribió rápidamente Niall.

Lo mismo digo.-puso Zayn.

Yo no sé si iré.-habló Liam y en seguida los otros tres empezaron a decirse que no podría librarse. Supuse que sus ánimos seguirían un poco bajos por lo de su reciente ruptura.

¿Y se puede saber qué pinto yo sola con vosotros cinco?

No te vamos a hacer nada, somos buenos chicos.-Zayn envió su frase junto al icono de un angelito. Reí.

Anda, lo pasaremos bien.-insistió Niall.

Además, así habrá alguien que me dé conversación normal.-dijo Liam.

Está bien, me inventaré algo para que me dejen salir de casa el viernes.

¿Lou? ¿Contamos contigo? –escribió Harry.

¿Os importa si viene una amiga? Acaba de llegar a Londres para estar conmigo unos días.-dijo el interpelado.

No problem.

Veronica Reed

Volvimos a casa de Louis después de dejar a Ginger en el hospital. Intercambié el número de teléfono con aquella chica. Me había caído bien y habíamos quedado en vernos un día antes de que yo dejara Londres.

- Menuda casa. Nada comparada con la de Doncaster, eh Boo.-dije dando una vuelta por aquella “mansión” que tenía mi amigo.

- Hay que prosperar, Ron.-me contestó y reímos.

Nos sentamos en el salón a hablar. Teníamos muchísimas cosas que contarnos. Hablamos de él, cómo le iba con los chicos, cómo llevaba todo el tema de la fama, de cómo iba su relación con Eleanor y luego intercambiamos los papeles para ser yo la interrogada.

- No me puedo creer que no haya ningún chico.-dijo cruzándose de brazos.

- Pues no te lo creas pero es la verdad.-contesté apoyando la espalda en el respaldo del sofá.- No tengo tiempo para chicos.

- Ya lo veo, hemos estado casi un año sin vernos.

- No lo decía por ti, Boo.

- Lo sé, tontita, era broma.-me sonrió.

- Pero bueno, ya me tienes aquí dándote la lata.

- Sabes que siempre eres bienvenida.-me abrazó de lado. Su móvil sonó y tras revisarlo durante unos minutos y escribir algo, volvió a hablar.- ¿No decías que tenías ganas de ver a los chicos? –asentí.- Pues el viernes hay fiesta en casa de Harry.

- No he traído ropa para una de esas fiestas vuestras que hacéis ahora.

- Bah.-dijo haciendo un gesto con la mano, quitándole importancia al asunto.- Solo estaremos nosotros con los chicos.

- ¿Seré la única chica? Me niego. Me dais miedo los cinco juntos.-reí.

- No lo serás.-le miré, pidiendo más información.- Ya la conocerás, se llama Amanda.-

Niall Horan

Teníamos el martes libre así que después de levantarme pasado el medio día, tomé una ducha, me arreglé un poco y salí a comer a mi sitio favorito: Nando’s. Les había preguntado a los chicos si me acompañaban pero todos tenían planes. No me gustaba comer solo pero ¡qué le iba a hacer! Entonces, me acordé de una persona que quizás estuviera libre para comer conmigo. Saqué el móvil para escribirle.

Querido Ligue, ¿te apetece venir a comer conmigo? xx

Poco después, obtuve respuesta.

Hecho. ¿Dónde nos vemos? xx

La envié un nuevo mensaje con la dirección del Nando’s al que me dirigía y quedamos en vernos allí quince minutos más tarde. Me entretuve en el camino a firmar algunos autógrafos y a hacerme alguna foto con las fans con las que me encontré y cuando llegué, ya estaba esperándome en la puerta.

- Hola Eli.-la saludé.

- Niall.-respondió y nos abrazamos. Entramos y buscamos la mesa más apartada posible.- ¿Y puedo saber a qué se debe esta repentina invitación?

- Nadie quería acompañarme a comer.-dije poniendo un puchero, ella rió.

- Oh, pobre irlandés.-dramatizó.- Pues has tenido suerte de que aceptara, hoy no tenía clase.-

Nuestra conversación se vio interrumpida por uno de los camareros, pedimos la comida y un poco después, volvió con la bebida que habíamos pedido: ella un refresco y yo una cerveza.

- ¿Y eso de que no tenías clase? ¿Has hecho pellas, malvada?

- ¿Pero por quién me tomas? –dijo haciéndose la ofendida.- Estoy haciendo un curso de diseño, los martes tenemos día libre.

- Bueno es saberlo.-sonreí antes de coger el vaso de mi cerveza para beber un trago.

Nuevamente, nos interrumpieron. Esta vez una chica que traía nuestra comida.

- Que aproveche.-dijo y me quedé mirándola.

Esos ojos azules me resultaban familiares, era como si la conociera de antes. Leí la placa con su nombre: Lucy. Pero saber su nombre no me sirvió de nada, no me sonaba en absoluto.

- Guapa la camarera, eh.-la voz de Eli me sacó de esa especie de trance en el que había entrado al verla.

- ¿Eh? ¿qué? –ella rió.

- Que se te cae la baba, chico.-noté que me había sonrojado.

- Claro que no.

- Y además ahora pareces un tomate.-me señaló con una patata frita que había cogido de su plato. Se notaba a leguas que esto la divertía.

- Mentira.-

- Ay.-exclamó.- que el irlandés se nos ha enamorado.-suspiró. Que teatrera era.- Que bonito.-dijo mirándome, pestañeando de manera exagerada.

- No digas estupideces.-dije.- Es imposible enamorarse en dos minutos.

- Nada es imposible. Además, ¿nunca has oído hablar del amor a primera vista ni de los flechazos?

- No me digas que crees en eso.-ella se encogió de hombros.

- ¿Y por qué no? Es posible.

- Yo no lo veo así.-dije mirando de reojo a la barra.

Ella estaba limpiando lo que unos clientes que acababan de marcharse habían dejado allí. Sabía que la conocía de algo. Estaba convencidísimo. Ahora solo me quedaba averiguar de qué.

¡Hola! ¿Cómo estáis? Siento haber tardado tanto en subir, pero bueno, finalmente aquí está el capítulo 9, ¿qué os ha parecido? ¿os ha gustado? Una cosa más, pasaros por aquí, van a empezar una fic de los chicos que seguro está genial http://theyaremyheroes.blogspot.com.es/ . Subiré en cuanto pueda, lo prometo.

Love,

Sarai.