viernes, 31 de octubre de 2014

Capítulo 59.




Veronica Reed

Sabía que los chicos estaban de vuelta porque Elizabeth había vuelto del trabajo, se había duchado y había vuelto a salir rápidamente para ir al encuentro con Zayn ese viernes por la noche. Me había invitado a acompañarlos por educación pero, evidentemente me negué, necesitaba pasar unas horas a solas con su chico y más aún después de lo mal que lo había pasado durante las últimas semanas con todo el tema de su madre.

Decidí quedarme en el sofá, buscando algo interesante que ver en la televisión antes de pedir algo de comida basura para cenar. Pero para mi desgracia, o no había nada en condiciones o mi cabeza estaba en otra parte, dándole vueltas al mismo tema desde que supe que habían regresado a Londres.

Un pequeño pitido me avisó de que me acababa de llegar un mensaje de Whatsapp, haciéndome salir de mi burbuja momentánea. Alcancé el teléfono que se encontraba en la pequeña mesita que tenía en el salón, justo delante del sofá donde me encontraba. Dibujé el patrón de desbloqueo y abrí la aplicación para encontrarme con un mensaje de la persona que tan confundida y enamorada me tenía.

¡Hola Ron! Hemos adelantado el viaje de vuelta y, bueno, supongo que sabrás que ya estamos en la ciudad. Estoy en casa y había pensado si te apetecía acercarte a cenar conmigo o si quieres, puedo ir yo a tu apartamento, invito yo. Por favor, Ron, necesito verte y tenemos mucho de que hablar. Creo que lo mejor sería aclarar esta situación cuanto antes…

Se despedía con un icono mandando un beso y resoplé mirando al techo. En realidad, tenía razón. La situación era insostenible. Yo no podía seguir así. Necesitaba saber si quizás el podría sentir algo por mí o si por el contrario nunca podría ser más que una amiga para él y así, poner todo mi empeño en sacarlo de mi cabeza. Medité unos segundos su propuesta y, tras decidir mi respuesta, me dispuse a contestarle.

Zayn Malik

Estaba terminando de echarme un poco de colonia cuando sonó el timbre. Ahí está mi chica, pensé inmediatamente.

-¡VOY! –grité como de costumbre y me apresuré a llegar hasta la puerta.

Abrí para encontrarme con los preciosos ojos marrones de mi novia. Nuestras sonrisas se ensancharon prácticamente a la vez y se tiró a mis brazos. La agarré por la cintura, abrazándola y haciéndola entrar en mi casa mientras la levantaba un poco sobre el suelo. Cerré la puerta con la mano que tenía libre y nada más dejar que pisara de nuevo el suelo, nuestros labios hicieron contacto.

-Necesitaba uno de estos urgentemente.-susurré cuando nos separamos para tomar un poco de aire. Ella rió.
-Tendrás todos los que quieras hasta que vuelvas a marcharte.-contestó tras dejar otro pequeño beso.
-Habrá que aumentar la dosis para que luego pueda llevarme una reserva.-ambos reímos.
-¿Qué hay para cenar? –quiso saber.
-Sabes que no sé cocinar así que…¡he pedido comida china! –exclamé haciéndola reír.
-Eres un completo desastre como ama de casa.
-Mi apartamento necesita presencia femenina.-dije abrazándola desde atrás, dirigiéndonos al salón.
-Eso suena a indirecta, Malik.
-Lo es.-besé su mejilla y nos sentamos en el sofá.

Estuvimos un rato hablando hasta que llegó la cena. Fui a pagar al repartidor y compartimos la comida sentados en el salón, con la tele de fondo.

-¿Cómo sigue tu madre? –pregunté. Se encogió de hombros.
-Igual que cuando la ingresé. No ha avanzado nada.-dijo algo decaida. Pasé mi brazo por sus hombros y la acerqué a mí.
-Dale tiempo, Liz.-besé su frente y ella suspiró.- Uy, casi lo olvido.-dije cambiando de tema.
-¿De qué hablas? –preguntó alzando la cabeza para mirarme.
-Tengo algo para ti.-anuncié. Deshice nuestro abrazo y corrí hasta mi habitación.
-¡Zayn! –la escuché regañarme.
-¿Decías algo? –pregunté inocentemente mientras guardaba tras mi espalda el paquete.
-Sabes que no tienes que comprarme nada.-protestó. Me asomé por detrás del sofá, inclinándome para quedar a su altura.
-Sabes que no tienes que comprarme nada.-la hice burla y me aparté antes de que me pegara.- Toma, anda. Te va a encantar.-dije tendiéndolo.
-Ya sé lo que es.-admitió. Vale, estaba envuelto pero se adivinaba perfectamente qué era.
-Pues ábrelo, listilla.-desenvolvió el paquete, dejando ver un skate del Capitán América.- ¿Y bien? ¿He acertado?
-Sabes que sí.-me miró sonriendo antes de inclinarse sobre mí para besarme.

Compartimos unos cuantos besos más mientras hablábamos un poco, poniéndonos al día a pesar de que habíamos hablado casi a diario por teléfono mientras yo había estado fuera.

-Siento estropear el momento pero debería irme ya.-habló.
-¿Ya? –puse un pequeño puchero.
-Mañana trabajo.-argumentó.
-Podrías quedarte a dormir aquí.-sugerí.
-Conociéndote, llegaré tarde a trabajar.-dijo sonriendo.- Además, tú necesitas descansar y si me quedo, madrugarás mañana.
-¿Si te pongo ojitos te convenceré? –negó con la cabeza.
-Pero se me ocurre que puedes ir a buscarme, comemos juntos y me quedo aquí hasta el domingo que vayamos a comer con Harry.
-Perfecto. Cojo una chaqueta y nos vamos.-dije.
-¿Cómo que nos vamos? –preguntó ella.- No hace falta que me acompañes.-sonrió. Rodé los ojos.-
-Pero-
-Nada de peros. En serio, Zayn, puedo ir sola, no es demasiado tarde.-miré el reloj. Las once de la noche. Vale, no era muy tarde aún así era de noche y no me gustaba que anduviera sola por la calle.- Mira, si quieres te llamo mientras.-aquella idea me gustó.
-Está bien.-dije con pesadez. Sabía lo cabezota que era y que no me dejaría acompañarla hasta el apartamento que compartía con Ron.
-Nos vemos mañana.-dijo sonriente, ya en la puerta mientras se ponía su cazadora vaquera.
-¿A qué hora voy a por ti?
-Salgo a las doce y media. No llegues tarde, Malik.
-No lo haré.-besó mis labios cortamente antes de abrir la puerta.
-Te quiero.-la señalé el móvil.- Que sí, pesado.-dijo riendo y empezó a bajar las escaleras.
-Liz.-la llamé, ella se giró.- Yo también te quiero.-me tiró un beso y cuando la vi desaparecer al final de las escaleras, volví dentro.

En seguida mi teléfono empezó a sonar, descolgué y me senté en el sofá a seguir hablando con mi chica hasta que llegara sana y salva a casa. Todo iba bien hasta que de pronto, escuché jaleo, algo no iba bien.

-Liz, ¿sigues ahí? –pregunté con el ceño fruncido. Había escuchado un ruido raro y una voz masculina.
-¡Zayn, por favor! –la oí gritar y de un salto me puse en pie.- ¡Za- pero no escuché nada más porque la llamada se cortó. Metí las llaves en el bolsillo trasero del pantalón, cogí una chaqueta que había colgada en el perchero de la entrada y con el móvil en la mano salí lo más rápido posible al encuentro de Elizabeth.

Liam Payne

Preferiría que vinieses tú a mi casa. No tengo muchas ganas de arreglarme ahora. Ni se te ocurra traer comida china, por favor.

Esa fue la respuesta que obtuve de Veronica. Las cosas seguían estando tensas entre nosotros después de todo lo que ocurrió en Australia aunque yo no recordara ni la mitad debido a mi borrachera. Pero lo que sí recuerdo fue ese último beso. Un beso que ha estado últimamente rondando mi cabeza más a menudo de lo que me gustaría admitir.

Contesté a su mensaje diciéndole que en tres cuartos de hora estaría por allí y me metí en la ducha. Salí poco después, me sequé y me vestí con unos vaqueros, una camiseta blanca lisa de manga corta y me puse encima una camisa roja de cuadros abierta. Me calcé unas deportivas, me peiné el pelo hacia arriba y tras ponerme un poco de colonia, cogí el abrigo y salí de casa con las llaves del coche. Conduje hasta un restaurante para comprar la cena de esa noche y después, me dirigí al apartamento de Ron. Aparqué en el primer sitio que ví libre, me acerqué al portal y llamé al telefonillo. Me abrió la puerta en  seguida y subí por las escaleras hasta el segundo piso. La puerta estaba un pelín abierta así que, tras llamar con los nudillos, asomé la cabeza.

-¿Se puede? –dije. Apareció por el pasillo y sonrió levemente al verme en aquella posición.
-¿Qué haces ahí todavía? Pasa, hombre.-habló. Entré y cerré la puerta a mis espaldas.- ¿Qué tal el vuelo? –preguntó entrando en la cocina.
-Ya sabes, muchas horas. Agotador.-contesté.- ¿Dónde dejo esto? –alcé las bolsas.
-Ahí en la encimera.-indicó.- ¿Nada de comida china? –preguntó mirándome.
-Nada de comida china.-afirmé sonriendo.

Me deshice del abrigo y juntos pusimos la mesa para sentarnos a cenar. Al principio comíamos en silencio o simplemente hablábamos de cosas banales. Esto no estaba yendo como había planeado.

-Ron.-la llamé, haciendo que levantara la vista de su plato para cruzarse con la mía.- Creo que tenemos que hablar y no de cómo me ha ido a mí en la gira o qué tal te va en la universidad precisamente.-ella suspiró.
-Estaba evitando a toda costa que llegara este momento.-admitió y un leve rubor se adueñó de sus mejillas.- ¿Podemos recoger esto primero? –asentí con la cabeza. Recogimos la cena y nos trasladamos al sofá.
-No podemos hacer como que no pasó nada en Australia y lo sabes, hay que aclarar las cosas.-dije rompiendo el silencio.
-¿Me vas a hacer que te lo repita, Liam? –dijo sin querer mirarme.- Mis sentimientos hacia ti no han cambiado desde aquel fin de semana.-confesó y no pude evitar sonreír.- El único que tiene que aclararse aquí eres tú, tú fuiste el que me besó y luego no sabía por qué lo hizo.-hizo una pausa para sonreír.- Bueno, sí, fue ¿cómo dijiste? Ah, sí, un impulso.
-¿Podemos hablarlo sin que pongas ese tono de ironía? –pregunté divertido.- Ya sé que he sido un poco idiota pero entiéndeme, estaba confundido. Bueno, quizás aún lo siga estando.
-¿Qué quieres que entienda, Liam? Cuando nos conocimos parecía que encajábamos a la perfección, nos llevábamos de maravilla y justo cuando pensaba que podríamos tener algo más, me saltas con que has empezado algo con Sophia, ¿qué es lo que se supone que no entendí bien? Ah y bueno, luego hay que añadirle todo el numerito de Australia. Eso ya fue la gota que colmó el vaso.-la notaba algo exasperada.
-Tú me mentiste diciéndome que salías con Ed.-murmuré.
-Sabes que eso no es cierto.-rebatió.- Esas cuentas te las hiciste tú solo y, repito, ¿qué te importaba si estaba con alguien?
-Yo…-me miró a los ojos fijamente.
-Contéstame.-pidió.
-No lo sé, ¿vale? –exclamé.-
-Nunca sabes nada, Liam.-suspiró.- Y por lo que veo no vamos a llegar a ninguna parte así que no sé qué haces todavía aquí. Ni siquiera sé para qué has venido.-hizo una pausa para mirarme.- Solo te lo diré una vez más, olvídalo, olvida ese beso y pasa página porque no puedo seguir así. No lo soporto más.-se levantó del sofá, dispuesta a dejar el salón.
-No, por favor, Ron.-la cogí del brazo.
-Estoy harta, Liam.-sus ojos empezaban a brillar y supe que de un momento a otro se echaría a llorar.- No sabes lo que es estar enamorado de alguien que sabes que no te corresponde y que nunca lo hará.
-Nunca es una palabra muy dura, ¿no crees? –acerqué mi mano a su cara para retirar con mi pulgar una lágrima que descendía por su mejilla.- No puedo explicarte algo que ni yo mismo sé porqué hice. Tampoco puedo prometerte amor eterno ni una relación de película. Lo que sí puedo hacer es decirte que siento algo por ti aunque aún estoy intentando descubrir qué.
-Liam yo-
-Sh.-puse el dedo sobre sus labios.- Quería venir esta noche para pedirte que me ayudes a aclararme.
-No sé cómo quieres que te ayude.-susurró.
-Déjame hacer una cosa.-pedí. Ella me miró confusa y, sin esperar una respuesta afirmativa, terminé con la distancia que separaba sus labios de los míos. La besé lentamente, disfrutando de aquellos segundos antes de separarme. Ella continuó un poco más con los ojos cerrados y yo apoyé mi frente sobre la suya mientras sostenía su cara entre mis manos.-Sé que no es fácil lo que te estoy pidiendo pero necesito que me concedas un tiempo para terminar de definir lo que siento por ti.
-Tiempo concedido.-murmuró y no pude evitar unir nuestros labios otra vez.

Sabía que sentía algo por ella. Me había dado cuenta en el mismo instante en que había abandonado Australia porque no podía evitar recordar nuestro beso y, el evocarlo, hacía que mi corazón latiera cómo nunca antes lo había hecho. Lo que aún no sabía era si estaba enamorado de ella y, supongo, que eso será algo que tendré que ir descubriendo poco a poco. Por el momento, la cena había dado resultado y había conseguido lo que me había propuesto.






¡Hola chicas! Estoy de vuelta con un capítulo que no me gusta nada -.- En serio, esta última parte me ha costado muchísimo escribirla y encima no me gusta cómo ha quedado, no sé, ¿qué os parece a vosotras? ¿creéis que Ron hace bien concediéndole ese tiempo que le está pidiendo Liam? Y ¿qué le ha podido pasar a Eli? Os dejo una foto del skate que le regala Zayn :)Intentaré subir lo antes posible el siguiente capítulo pero sigo bastante ocupada con muchas cosas -.- Ah bueno, quería decir una cosilla más...sé que no estoy en condiciones de pediros nada porque últimamente tardo mil en subir pero he notado que los comentarios han bajado muchísimo, veo que los capítulos tienen muchas visitas y eso pero poquisimos comentarios. Yo soy lectora y suelo dejar comentarios siempre aunque sea de dos líneas porque sé el esfuerzo que conlleva escribir y que es de agradecer unas palabras con la opinión sobre el capítulo, no cuesta más de veinte segundos dejar un comentario y yo agradecería que esta fic volviera a tener los comentarios de antes, que tenía bastantes. 
Nada más, subiré en cuanto pueda. Muchísimas gracias por esperar :)

Love,
Sarai.

viernes, 10 de octubre de 2014

Capítulo 58.




Harry Styles

Después de comer en mi casa tumbado en el sofá y de haber descansado de nuestro viaje agotador, fui a darme una ducha. Me tomé mi tiempo, dejando que el agua relajara los músculos de mi espalda y una vez, listo, salí de la ducha enrollándome una toalla a la cintura. Me dirigí a mi habitación para elegir la ropa que me pondría. Al final, unos pantalones pitillo negro, una camisa verde a cuadros y mis inseparables botas. Me dejé el pelo echado todo para atrás y, tras echarme un poco de colonia, cogí las llaves, guardé la cartera en el bolsillo trasero y por supuesto, las llaves del coche y salí de casa. Conduje cantando alguna que otra canción que salía en la radio hasta llegar a la casa de mi chica. Teníamos una apuesta pendiente de resolver. Aparqué lo más cerca que pude y llegué hasta la puerta. Llamé al timbre, rezando porque no tardaran mucho en abrir y así reducir las posibilidades de que alguna fan me reconociera.

-Vaya, Harry, ¡qué sorpresa! –exclamó la madre de Gin nada más abrir la puerta.
-Buenas tardes, señora Bennet.-saludé educadamente. Ahora era cuando venía un “nada de señora, por favor” de su parte.
-Ya te he dicho que puedes llamarme Amber y dejarte de formalidades.-Lo sabía. Sonreí.
-Está bien, Amber.-dije.- ¿Está Gin?
-En su habitación, creo que haciendo deberes del instituto.-informó.- Pasa, ya sabes el camino.

Me adentré en la casa y subí las escaleras de dos en dos. Caminé unos pasos por el pasillo superior y me situé frente a la segunda puerta de la derecha. Llamé un par de veces con los nudillos y la abrí despacio.

-Mamá, te he dicho que no quería nada de merendar.-dijo sentada en la silla, concentrada en los apuntes que tenía sobre el escritorio. Sonreí.
-No soy mamá.-aclaré haciendo que girara la silla para encontrarse conmigo. Su expresión de sorpresa me hizo reír.- ¿Tienes unos minutos para tu novio o los apuntes son una mejor opción? –casi no me dio tiempo a terminar aquella frase cuando ya la tenía sobre mí, abrazándome. Seguidamente, y sin darme tiempo a decir nada más, sus labios estaban sobre los míos.
-¿Cuándo has vuelto? ¿Y porqué yo no sabía que volvíais hoy? –preguntó una vez nos separamos.
-Esta mañana.-respondí.- Era una sorpresa.
-¿Esta mañana?-colocó sus brazos sobre sus caderas.- ¿Y vienes a verme ahora? –frunció el ceño y sonreí ampliamente.
-En mi defensa diré que estabas en clase.-me excusé.- Además, tenía que descansar un poco.-hablé.- No podía dejar que me vieras con cara de zombie.-ella rió y volvió a abrazarme.- Te he echado de menos.-murmuré.-
-No te haces una idea de cuánto.-dijo sonriendo. Besé su cabeza y dejé que me arrastrara de la mano hacia el interior de su habitación.
-Sabes que tu madre está abajo, ¿verdad? –bromeé sentándome en la cama y atrapándola colocando mis brazos alrededor de su cintura. Ella rió.
-Eres un malpensado.-me regañó.
-¿Tienes mucho que estudiar? –pregunté mirándola.
-¿Por qué? ¿Tienes algo planeado? –quiso saber. Sonreí de lado, pícaro.
-Me debes una apuesta, ¿recuerdas? –expliqué. Asintió.- Podríamos ir a mi casa y me cocinas esa cena.
-Dame unos minutos.-habló.- Recojo esto, me cambio y nos vamos.
-Te espero abajo entonces.-afirmé. Besó mis labios una vez más y la dejé sola.

En cuanto estuvo lista, nos despedimos de su madre y nos subimos al coche para ir hasta mi casa. Cuando llegamos, nos acomodamos en el sofá, aún no era tiempo de ponerse a cenar por lo que decidimos dedicarnos a ponernos al día, hablando de nuestras cosas.

-¿Sabes qué? Creo que va siendo hora que hagas de cocinera.-dije.- Tengo hambre.-la vi rodar los ojos.
-Está bien.-dijo levantándose del sofá.- Veamos que tienes en la nevera. Tú quédate aquí.
-No pensaba moverme.-dije sonriendo. Dejó un pequeño beso sobre mis labios y se fue hacia la cocina mientras yo seguía sentado en el sofá.

¿Qué os parece si comemos todos en mi casa mañana? –escribí en el grupo de Whatsapp en el que estábamos todos.
¿No hace ni veinticuatro horas que hemos vuelto y ya nos echas de menos, ricitos? –escribió Louis junto con un guiño.
Déjanos descansar de ti un día aunque sea.-ese era el graciosillo de Zayn.
Pues no he dicho nada. ¡Tener amigos para esto! –protesté adjuntando un icono enfadado.
No te enfades, Harold.-ahí estaba la pequeña del grupo.
Podemos dejarlo para el domingo.-propuso Eli. En seguida apareció Ron, apoyando también esa idea.
¡Ese es mi ligue, siempre teniendo buenas ideas! –dijo Nialler.

Al final, decidimos que sería el domingo en mi casa. Dejé el móvil cuando terminamos de hablar sobre la mesa y me acerqué a la cocina. La abracé desde atrás y apoyé mi mentón sobre su hombro mientras ella seguía cocinando.

-¿Puedes creerte que he propuesto hacer una comida todos juntos mañana y ninguno ha querido? –ella soltó una carcajada.- Oh, genial. ¡Ahora te ríes de mí! –dejó lo que estaba haciendo para girarse y quedar frente a mí.
-No me río de ti pero los entiendo.-habló.- Lleváis dos meses pasando cada minuto del día juntos, lo último que queremos es estar juntos, al menos no mañana.-continuó.
-O sea, que tú hubieras estado de acuerdo. ¡Qué bonito! –protesté.
-Venga, Hazza. Amy y Louis no han tenido tiempo de estar juntos desde que empezaron a salir, Eli necesita a Zayn, Lucy y Niall más de lo mismo, Ron y Liam bueno, esos dos son un caso aparte.-rió.- Y tú y yo también. Tenemos que recuperar el tiempo perdido, empezando por esta noche.-esto último lo dijo prácticamente sobre mis labios. Sonreí.
-Creo que me has convencido.-murmuré.- Pero que sepas que no saldrás de esta casa hasta que tengas que ir a clase el lunes.

Amanda Turner

No tardamos mucho en coche en llegar a la casa de mi supuesto novio. Mi hermano y yo bajamos rápidamente del coche. El mayordomo de la casa Lawrence estaba esperándonos para llevarse nuestros abrigos y darnos la bienvenida a la casa.

-Buenas noches.-saludó el padre de los hermanos. Besó mi mejilla y la de mi madre y, a continuación, dio la mano a mi hermano y mi padre. En seguida, se pusieron a hablar de negocios. Rodé los ojos. Siempre lo mismo.-
-¡Qué alegría volver a vernos! –exclamó la señora Lawrence. Tras ella salieron Dave y Sam. Este último vino directamente a besar mi mejilla.
-Oh, venga ya, ¿y vosotros dos se supone que estáis enamorados? –Empezábamos bien la velada si Dave se ponía inoportuno desde ya.- Daos un beso como Dios manda.-Sam y yo nos miramos. Pedí ayuda a mi hermano también con la mirada.
-Déjalos, Dave, les dará vergüenza.-intervino dedicándome una sonrisa cómplice.

Afortunadamente, todo aquello había pasado inadvertido para los padres así que, no tuvimos que demostrar lo mucho que nos queríamos. Íbamos a pasar al comedor cuando mi móvil sonó.

-Ahora vuelvo.-le dije a Sam y me aparté del resto, en busca del baño para poder contestar. Era Harry invitándonos a comer. Contesté a los mensajes y salí del cuarto de baño, topándome casi con Dave.
-Perdón.-me disculpé. Iba a seguir mi camino pero un agarre que él ejerció sobre mi brazo no me lo permitió.- ¿Qué quieres, Dave? –pregunté molesta.
-No creas que yo me creo todo ese cuento de que os da vergüenza.-habló.- Sé que escondéis algo, que todo es una farsa.
-No puedes probarlo.-contradije.
-De momento.-hizo una pausa.- Dame tiempo y sacaré a relucir vuestros secretitos.-murmuró con una sonrisa malévola.
-Suerte en la búsqueda, Dave.-le dediqué una sonrisa muy falsa y de un tirón, me solté de él para volver al comedor.

~

-¿Dónde vas tan guapo? –le pregunté a mi hermano mientras terminaba de arreglarme el pelo. Le vi sonrojarse.- Vale, no hace falta que contestes.-dije riendo.
-¿Y tú? ¿De cita con Louis o vas a otra cena de negocios?
-Primera opción.
-Cualquiera lo diría, te has puesto el traje de ejecutiva.-dijo y ahora la que se sonrojó fui yo.- ¿Vas a volver muy tarde? –quiso saber. Me miré en el espejo y contesté mientras terminaba de maquillarme.
-No creo que vuelva.-murmuré. Mi hermano se metió en el baño conmigo y cerró la puerta tras él para que no pudieran escucharnos.
-¿Cómo que no? –preguntó aunque estaba segura de que sabía la respuesta por la sonrisa que mostraba.
-Lo sabes perfectamente, Dani.-dije mirando al suelo.- No me hagas decirlo, por favor.-sonreí levemente.
-No sé de qué me hablas. Explícate mejor o no podré cubrirte con papá y mamá.-sonrió divertido. Capullo. Resoplé.
-Es posible que pase hoy.-hablé.-
-¿Que pase el qué? –odiaba cuando se hacía el tonto.
-No voy a decir ni una palabra más, Daniel.-dije medio riendo, empujándole para que me dejara salir. Fui hasta mi habitación para ponerme los zapatos con él siguiéndome.
-Escucha, podemos salir juntos y decir que vamos a salir con Josh que seguramente durmamos allí.-propuso.
-Me parece bien. ¿Y tú dónde dormirás? –pregunté curiosa, alzando las cejas.
-Depende de cómo se dé la noche.-contestó repitiendo mi movimiento. Me eché a reír.- Anda, vámonos.
-¿Voy bien? –pregunté antes de que saliéramos de la habitación.
-Más que bien.-

Ambos bajamos, dimos las explicaciones pertinentes a nuestros padres y salimos de casa. Fuimos hasta el metro y allí, se separaban nuestros caminos aquella noche.

-Pasadlo bien, ya me contarás.-le dije. Asintió con la cabeza.
-Y tú relájate, no tengas miedo y déjate llevar.-me guiñó un ojo y volvió a llevarse un golpe en el brazo. Se acercó a dejarme un beso en la mejilla.- Pero sobretodo, disfrútalo. La primera vez nunca se olvida.

Louis Tomlinson

Lo tenía todo preparado. Iba a ser una noche perfecta. Nuestra noche. Sonó el timbre cuando estaba asegurándome de que la cena estaba a punto. Corrí a la puerta y la abrí, encontrándome con una perfecta ejecutiva. No pude evitar sonreír. Me acerqué a besarla y giró la cara.

-No beso en una primera cita, Tomlinson.-dijo divertida. Sonreí negando con la cabeza. No podía vestirse de esa forma y no dejarme ni darla un beso en condiciones. Aún así, acepté las reglas de su juego y besé delicadamente su mejilla, dejando mis labios presionando durante unos segundos.

La hice pasar y la conduje hasta el salón, donde estaba la mesa ya preparada. La dejé allí sentada y fui a la cocina a por la cena, la serví y me senté frente a ella.

-¿Qué tal fue la cena de anoche? –pregunté.
-¿Quieres que estropeé todo esto que has montado? –negué con la cabeza.- Pues entonces mejor no te lo cuento.
-Vamos, Amy, no puede ser tan malo, ¿o sí? –dije antes de meterme un bocado de carne en la boca.
-Dave casi nos obliga a besarnos para “demostrar nuestro amor”.-puso una mueca de asco y sus palabras me hicieron atragantarme.-
-¿Lo hiciste?
-Claro que no.-respondió.- Pero eso no fue lo peor.-hice un movimiento con la cabeza, pidiéndola que continuara.- Dave cree que es todo una farsa y está buscando la manera de levantar la tapadera.-creo que mi cara debió de ser un poema por lo que dijo después.- Ves, acabo de cargarme nuestra noche.
-Escucha.-dije estirando el brazo sobre la mesa para coger su mano.- Nada ni nadie puede estropearlo, ni siquiera Dave. Si quiere indagar, que lo haga, pero a lo mejor se encuentra con un puño dando de lleno en su preciosa cara.-la hice reír y sonreí.

Continuamos cenando, y una vez dejamos atrás ese tema, todo fueron risas y miradas cómplices entre nosotros. Después de tomar el postre, me levanté, encendí el equipo de música, le dí al play y le ofrecí mi mano.

-¿Qué? -Preguntó sonriendo.
-¿Me concede este baile, señorita? –dije cuando la música de Ed Sheeran comenzaba a sonar. Una canción ideal para una noche como la de hoy.
-¿Y desde cuándo sabes bailar? –quiso saber mientras se levantaba de la silla y nos colocábamos en el centro de mi salón.
-Desde siempre.-ambos reímos sabiendo que eso no era verdad.

La abracé por la cintura mientras sus manos se enroscaban en mi cuello y empezamos a balancearnos al ritmo de la música.

-¿Te he dicho ya lo preciosa que estás hoy? –susurré en su oído. Noté cómo sonreía.
-¿Y yo que está siendo mi mejor primera cita?
-Prometí que sería inolvidable y aún no ha terminado.-anuncié.-And your heart’s against my chest.-empecé a cantar.-Your lips pressed to my neck.-dejé un pequeño beso en su cuello.- I’ve fallen for your eyes but they don’t know me yet and with a feeling I’ll forget, I’m in love now.-comprobé que ella también conocía la canción cuando empezó a cantar el estribillo.
-Kiss me like you wanna be loved, you wanna be loved, you wanna be loved. This feels like falling in love, falling in love, we’re falling in love.-me tomé la libertad de saltarme su estúpida regla y puse mis labios sobre los suyos.

No dudó en dejarse llevar y siguió el beso, permitiéndome saborear cada centímetro de su boca mientras la canción de Ed Sheeran seguía inundando el salón.

Settle down with me
And I’ll be your safety
You’ll be my lady

Una vez más, desde que habíamos iniciado nuestra relación, nuestros besos alcanzaban otro nivel sin mucho esfuerzo. Aunque en esta ocasión, era diferente. No era algo desesperado, eran besos mucho más calmados pero que decían lo mismo: necesitábamos algo más del otro.

I was made to keep your body warm
But I’m cold as the wind blows
So hold me in your arms

Dejé de besarla para respirar y me dirigí nuevamente a su cuello. Me deshice de la pajarita que llevaba y no opuso resistencia cuando me aventuré a desabrochar los primeros botones de su camisa.

Oh no, my heart’s against your chest
Your lips pressed in my neck
I’m falling for your eyes
But they don’t know me yet
And with a feeling I’ll forget
I’m in love now

Me detuvo mientras seguía dejando mi huella por su cuello para hacerme levantar la mirada y toparme con sus impresionantes ojos verdes.

-Aquí no.-susurró antes de fusionar nuevamente sus labios con los míos.

Kiss me like you wanna be loved
You wanna be loved
You wanna be loved

Con un pequeño salto, enroscó sus piernas alrededor de mi cintura sin separar nuestras bocas. Acariciaba mi nuca con sus dedos mientras empecé a caminar dirección a las escaleras.

This feels like falling in love
Falling in love
We’re falling in love

Abrí la puerta de la habitación, entré con ella en mis brazos y la hice sentarse en el borde la cama. Se había ocupado de desabrochar mi camisa por el camino así que, me deshice de ella. Se dispuso a hacer lo mismo pero la paré.

-Quiero hacerlo yo.-pedí.-besé delicadamente su hombro en cuanto la tela dejó de cubrirla y se la quité lentamente.

Yeah I’ve been feeling everything
From hate to love
From love to lust
From lust to truth
I guess that’s how I know you
So I hold you close to help you give it up

Volví a besarla, haciendo que quedara tumbada debajo de mí y comencé a deshacerme de los pantalones. Besé cada centímetro de su piel pasando por sus piernas, su vientre liso, su brazo y terminando en la muñeca en la que llevaba su tatuaje.

-Imperfecta para el resto, perfecta para mí.-murmuré haciéndola sonreír. Se incorporó levemente para besarme y, mientras lo hacía, dirigió insegura sus manos hasta el cierre de mi pantalón.

Poco después, seguíamos en una situación parecida pero sin prendas de ropa que nos molestaran.

-Tengo miedo, Louis.-la escuché susurrar en mis labios.
-Shh.-aparté el pelo de su cara con una mano.- Todo irá bien, ¿confías en mí? –asintió con la cabeza.- Si te hago daño solo dímelo y pararé, ¿de acuerdo?

Su respuesta no fue con palabras sino, con un beso cargado de sentimientos por ambas partes y con el que la hice mía por primera vez.

-¿Cómo te encuentras? –pregunté mientras acariciaba su pelo y ella apoyaba su cabeza sobre mi pecho desnudo, dibujando pequeños círculos con sus dedos.
-Estupendamente.-respondió y sonreí ampliamente.
-Sabes que esto que acabamos de hacer es un delito de los gordos, ¿verdad? Podrías denunciarme.-bromeé.
-Ahora sí que oficialmente eres un asaltacunas.-pronunció divertida.
-¿Asalta qué? –pregunté entre risas. Giró la cara para mirarme.
-Asaltacunas.-repitió.
-Ah, entonces tú eres una.-me quedé pensando.- asaltasilladeruedas.-los dos soltamos una gran carcajada ante tal estupidez.
-Eres único diciendo idioteces en los momentos románticos.-dijo volviéndose a acomodar en mi hombro, abrazándome.
-Te quiero, pequeña.-murmuré antes de besar su frente y que los dos nos quedáramos dormidos.



¡Hola, hola! ¡He vuelto! Llevo como dos semanas intentando sacar tiempo para escribir este capítulo y nada, no encontraba ni un minuto libre...Pero bueno, al fin lo tenéis. Es más largo de lo normal para compensar un poquito la espera y además, iba a meter algo más pero bueno, lo dejo para el siguiente. Espero que os haya gustado, a mí me gusta cómo ha quedado esa primera cita *-* Por cierto, tenía algo que deciros...veréis he recibido comentarios de alguna de vosotras diciéndome que tenía olvidado a Harry y a Zayn un poco, quiero aclarar una cosa: esta historia es sobre Louis, bueno, en realidad sobre Amy, las demás historias son secundarias porque si pusiera más cosas sobre los demás acabaría siendo como mi otra fic y me costó siglos escribir. Así que dejo claro que los protagonistas son Amy y Louis por lo que muchas veces no saldrán las historias de los demás -es decir, seguirá como hasta ahora-. Os adelanto que en el próximo capítulo ocurrirá algo con Zayn y Eli y quizás sepamos algo más de Liam y Ron. En cuanto a seguir subiendo, visto lo visto, no me comprometo a subir cada viernes porque no sé si podré así que, cuando tenga nuevo capítulo, lo subo y listo. Creo que nada más por hoy, espero que lo hayáis disfrutado, comentad y muchas gracias por todo.
Love,
Sarai.