viernes, 19 de septiembre de 2014

Capítulo 57.




Amanda Turner

La idea que Sam había tenido era sencillamente estupenda. Con él si estaba dispuesta a fingir que salíamos más que nada porque así, ambos tendríamos coartadas para salir con quien realmente queríamos. Además, si había que actuar y parecer una pareja feliz con él sería todo mucho más fácil que con su hermano: Sam era adorable. Hablamos con nuestros respectivos padres y, tras insistir en que desde la noche de la cena algo había surgido entre nosotros, conseguimos que el señor Lawrence permitiera a su hijo mayor salir conmigo en vez de con la chica americana y a mí me dejaron cambiar de hermano. Sobra decir que todo esto no le hizo ni pizca de gracia a Dave y que se mostró bastante molesto por el cambio de planes.

Durante el mes siguiente, pasé la mayoría de los fines de semana saliendo con Sam a cenar por ahí, dejándonos ver en discotecas y paseando por Hyde Park. Obviamente, la prensa se revolucionó bastante con aquello y nuestros padres estaban la mar de felices porque sus empresas –ahora unidas económica y sentimentalmente– ocupaban día sí y día también las portadas de las revistas más importantes del país.

Estábamos a finales de octubre ya y el frío se había ido apoderando poco a poco de la capital británica. Me levanté en cuanto sonó el despertador y taché el día de hoy en el calendario: ¡solo quedaban cuatro días para que los chicos volvieran a Londres! Entré en el cuarto de baño y, tras darme una ducha rápida, volví a mi habitación para vestirme. Escogí algo cómodo: unos vaqueros, una camiseta de manga corta y una sudadera azul marino. Me vestí rápidamente, me calcé una converse blancas y terminé de arreglarme antes de bajar a desayunar.

-Hoy es viernes, ¿irás con Sam a cenar también? –preguntó mi hermano antes de que yo saliera por la puerta para ir, un día más, al instituto.
-Creo que sí.-dije.- Pero no estoy segura, ¿por qué? –contesté.
-Me tienes abandonado.-puso un pequeño puchero y corrí a abrazarle.
-¿Qué te parece si cuando vuelva de clase nos pasamos la tarde en el sofá viendo pelis? –propuse.- Y si llama Sam.-me adelanté a él.- le digo que estoy ocupada con mi hermano.-terminé.
-Perfecto.-aceptó Dani y besó mi mejilla.- Y vete ya si no quieres llegar tarde.

Me despedí de él con un beso en la mejilla, me colgué la mochila que usaba y con el móvil en la mano, salí de casa. Enchufé los auriculares y busqué English Love Affair de 5SOS para empezar bien el día. Mientras iba de camino, me dediqué a contestar whatsapps que había recibido durante la noche: la mayoría de Louis, otros tantos de las chicas y alguno de Harry o Zayn.

Llegué al instituto pocos minutos después y fui directamente a mi clase para sentarme en el sitio que solía ocupar. Saludé a algunos compañeros y charlé con la chica que se sentaba a mi lado hasta que llegó el profesor de la asignatura que nos tocaba a primera hora: economía. Las dos primeras horas de la mañana fueron demasiado agotadoras. Estaba a punto de entrar nuestra profesora de historia cuando el director se le adelantó.

-Señorita Turner, ¿puede acompañarme un momento? –habló. Le miré extrañada. Que yo supiera, no había hecho nada malo.- Recoja todas sus cosas también.-hice lo que me pidió y salí de la clase para acompañarle por el pasillo.

Esto era muy raro.

Louis Tomlinson

¡Era el día! ¡Era el día! Después de mes y medio en Australia dando conciertos noche sí, noche también…¡VOLVÍAMOS A CASA! Tenía unas ganas inmensas de pasar toda la semana siguiente sin hacer absolutamente nada. Bueno, debo admitir, que podían más las ganas de ver a mi chica.

-¡Hemos llegado! –gritaba el irlandés. Todos teníamos ganas de volver pero él estaba especialmente eufórico.

Habíamos pasado toda la noche metidos en el avión y ahora, casi a las once de la mañana, estábamos a punto de aterrizar en Londres. En cuanto bajamos del avión, cogí el teléfono y me apresuré a mandarle un mensaje a Dani. Las chicas pensaban que volvíamos en unos días pero habíamos adelantado el viaje ya que no teníamos más conciertos pendientes.

¿Crees que podrías hacer que Amy saliera del instituto en un rato? Acabo de llegar a Londres y pensaba ir a buscarla.-escribí.

Las fans tampoco se habían enterado de nuestro pequeño adelanto así que, por una vez, pudimos salir del aeropuerto tranquilamente como lo hacen las personas normales y sin tener a un montón de chicas gritándonos y pidiéndonos fotos. Subimos a una camioneta en la que entrábamos los cinco y el chófer se encargó de dejarnos a cada uno en nuestras casas. Nos despedimos y quedamos en vernos en un par de días para salir todos juntos.

-Nos vemos, Malik.-me despedí en cuanto el coche paró.
-Descansa, Tommo.-chocamos los puños cerrados, cogí la bolsa donde llevaba mi ropa y bajé de vehículo.

Mientras entraba en mi casa, sonó el móvil con una respuesta afirmativa por parte de Daniel. Dejé la bolsa tirada en el pasillo y subí corriendo las escaleras en dirección al cuarto de baño. Me di la ducha más rápida que me había dado en mi vida y me vestí con unos pantalones vaqueros y una camiseta blanca de Vans. Me puse unas zapatillas de la misma marca y cogí una cazadora vaquera. Me miré en el espejo de la entrada para asegurarme de estar presentable antes de coger las llaves de mi coche y salir de allí. Introduje la dirección del instituto de Amanda que Dani me había facilitado en el GPS y salí del garaje para conducir por las calles londinenses. Llegué antes de lo que pensaba y estacioné el coche en un sitio libre que había cerca de la puerta. Cada día me alegraba más de llevar los cristales de las ventanillas tintados, facilitaban mucho el escabullirse de la prensa en mis días libres. Ahora solo me quedaba esperar así que mientras lo hacía, volví a escribir a Dani para darle las gracias. Poco después, vi su silueta a través del espejo retrovisor. Sonreí con el móvil en las manos y la escribí. Se la veía desorientada, buscando a alguien sin ningún resultado.

Creo que es a mí a quien buscas. P.D.: Ya casi no recordaba lo preciosa que eras.-envié.

Automáticamente, miré por el retrovisor, esperando su reacción. Buscó el móvil en el bolsillo pequeño de su mochila y, tras fijar unos segundos su vista en la pantalla, alzó la cabeza en mi busca. Sonrió al ver el coche con cristales tintados y empezó a caminar en mi dirección. No tardó mucho en quedar a la altura de la puerta del copiloto y quité el seguro para que pudiera entrar. Abrió la puerta y se sentó en el asiento sin dejar de sonreír mientras me miraba.

-¿Qué haces tú aquí? –habló mientras cerraba la puerta, asegurándose de que nadie la hubiera visto o hubiera logrado ver que yo era el conductor.
-Oh, sí, yo también me alegro mucho de verte.-dije sarcástico.
-Idiota.-murmuró riendo antes de inclinarse sobre mí y juntar nuestros labios. Una vez más nos besábamos y una vez más no podía evitar mis impulsos por lo que acabó sentada sobre mí mientras continuábamos con aquel beso.- ¿Vas a contarme ahora qué haces aquí? –preguntó de nuevo, con la respiración aun entrecortada, juntando su frente con la mía.- No tenías que volver hasta el martes.
-Si quieres me voy, eh.-bromeé.
-No es necesario.-ambos sonreímos.
-Mejor porque te debo una primera cita y venía a saldar mi deuda hoy mismo.-expliqué.
-¿Hoy? ¿Pero tú te has visto? –dijo separándose levemente para mirarme.
-¿Qué pasa? –pregunté medio riendo.
-Apuesto a que no has dormido nada para llegar hoy por la mañana.-iba a hablar pero no me dejó.- Y no intentes negarlo. Además, estarás agotado y tienes unas ojeras kilométricas.-afirmó.
-Vaya. Veo que te gusto mucho, eh.-ironicé. Ella se echó a reír.- Yo venía con la mejor intención para pasar el día contigo y me recibes con esto.-dramaticé.- Creo que me voy a tener que replantear lo de estar contigo.
-No he dicho nada de que no pasar el resto del día juntos.-dijo.- Y nuestra cita puede esperar a mañana, ¿no? –suspiré.
-Supongo que sí.-admití y ella volvió a posar sus labios sobre los míos durante unos segundos.

Decidimos ir a mi casa, allí nadie nos molestaría. Se quitó de encima de mí para ocupar su puesto como copiloto y conduje por el camino que había hecho minutos atrás solo que esta vez iba en la mejor de las compañías.

Amanda Turner

Tras la grata sorpresa que me había encontrado al abandonar el instituto, pusimos rumbo a su casa. Era casi la hora de comer así que pedimos unas pizzas que compartimos tirados por el suelo de su salón. Pasamos toda la tarde los dos tumbados en el sofá, con su cabeza apoyada sobre mis piernas, viendo alguna que otra película mientras nos contábamos qué habíamos estado haciendo estos días pero sobre todo, compartiendo risas y tantos besos que hasta perdí la cuenta. Inesperadamente, el cansancio pudo con él y terminó quedándose dormido sobre mí mientras yo le acariciaba el flequillo que le caía por la frente y que llevaba más largo de lo normal. Sonó mi teléfono indicándome que tenía un mensaje de whatsapp y, con cuidado de no despertarle, cogí el móvil de la mesa y me dispuse a leerlo.

¿Te lo han dicho ya? Cena familiar en mi casa dentro de una hora.

¿Qué? De verdad, últimamente estaban muy pesados con las cenas familiares. ¿Es que pensaban casarnos ya? Resoplé y empecé a escribirle.

No, no lo sabía. Mi chico ha vuelto y estaba con él ahora mismo. Volveré a casa para arreglarme y demás.

Obviamente había tenido que contarle a Sam que Louis y yo estábamos juntos.

Vale, nos vemos en un rato entonces.

Volví a dejar el teléfono en su sitio y empecé a despertar a Louis.

-Lou.-le llamé mientras repetía mis caricias en su pelo.-Lou.-insistí pero no había manera. Se removió un poco sobre sí mismo, acoplándose mejor sobre mis piernas.- Despierta, Tomlinson.-lo intenté de nuevo.- Tengo que irme.-dejé un beso sobre su frente y al parecer, surtió efecto. Abrió lentamente los ojos y sonreí. Estaba absolutamente adorable.
-¿Qué pasa? –susurró.
-Tengo que irme ya.-repetí.- Sam acaba de decirme que tenemos cena familiar.-rodé los ojos y se levantó.
-¿Estás segura de que es de fiar? –preguntó. Aún no confiaba del todo en que esto fuera a salir bien. Asentí con la cabeza.
-No tienes de que preocuparte.-besé sus labios.- Lo tenemos todo controlado. Además, de todas formas lo nuestro iba a seguir siendo un secreto. Nos vendrá bien esto por si algún día nos ven por ahí.
-O será peor porque piensen que juegas a dos bandas.
-Louis.-lo llamé para que me mirara.- Todo va a salir bien. Confía en mí.-sonrió levemente y esta vez, me besó él.
-¿Quieres que te lleve? –preguntó cuando nos separamos mientras nos levantábamos para ir hasta la puerta.
-No hace falta.-le vi con intención de decir algo pero volví a adelantarme.- Y sí, te aviso cuando llegue.-reí.
-No hagas planes mañana.-advirtió.- Le dices a Sam que vas a tener tu primera cita con tu novio.-reí nuevamente.
-No quiero una chapuza, eh Tomlinson.-amenacé divertida, señalándole con el índice.
-Prometo que no olvidarás en la vida la noche de mañana.-besó mi frente.- y vete ya o no te dejaré que asistas a esa cena.-sonreí ampliamente y le besé una vez más antes de salir de allí.

Llegué a casa media hora después y nada más entrar, me tocó enfrentarme al interrogatorio de mi padre, que si dónde había estado, que porqué no había vuelto a casa a la hora de comer y un montón de cosas más que resolví diciendo que había tenido que ir con una compañera para hacer un trabajo y que había avisado a Dani. Por supuesto, mi hermano me había echado un cable y había corroborado mi versión, argumentando que se había olvidado de decirles que no iría a comer.

-¿Te ha gustado tu sorpresa? –me preguntó Dani mientras terminábamos de arreglarnos ambos compartiendo el baño. Sonreí ampliamente mientras terminaba de aplicarme rímel en las pestañas.
-Muchísimo. Pero claro, nuestros queridos padres y sus cenas han tenido que estropearlo.

Lucy Austen

Cada día que pasaba estaba más cansada de trabajar en el Nando’s de siempre. Los mismos clientes, la misma comida que servir. Aquello no era lo que quería para toda mi vida. No quería ser camarera pero, desgraciadamente, no había otra opción si quería seguir en la academia de estética en la que había ingresado el pasado septiembre. Tenía que pagarlo y no era precisamente barata. Y, evidentemente, no iba a pedirle tanto dinero ni a mi padre ni a Nialler así que, no podía hacer otra cosa. Ese viernes tenía turno de tarde por lo que me tocaría quedarme hasta que cerráramos y hacer caja. Una maravilla vamos. Quedaba casi una hora para que pudiera volver a casa a descansar y el local estaba a rebosar.

-Aquel de allí me ha pedido que le atiendas tú.-me indicó mi compañera mientras yo tomaba nota de una mesa de seis amigas que acaban de sentarse.
-¿Te ha dicho por qué? –pregunté curiosa. Ella solo se encogió de hombros.- Ahora voy.-terminé de tomar nota de las bebidas y la comida, dejé la comanda en la cocina y me dirigí a la mesa del final donde había un chico sentado de espaldas.- Buenas noches, ¿sabe ya qué va a tomar? –pregunté como hacía siempre.
-Lo sabes perfectamente.-respondió e inmediatamente, reconocí esa voz. Lo hubiera hecho en cualquier parte del planeta. Se levantó para abrazarme con tanta fuerza que hasta me levantó unos centímetros del suelo.
-Te he echado de menos.-susurré en su cuello mientras seguíamos abrazados.
-Y yo a ti, princesa.-besó mi mejilla y, seguidamente, nos fundimos en un beso. ¡Cómo había extrañado tener sus labios junto a los míos!
-¿Habéis adelantado la vuelta? –quise saber.
-Acabamos la gira anoche, ¿qué pintábamos allí ya?
-Me alegro de que lo hayáis hecho. Se me estaba haciendo eterno todo esto sin ti.-confesé.
-Pues ya he vuelto para volver a poner el apartamento patas arriba y que me regañes cuando dejo todo por ahí tirado.-ambos reímos y volví a abrazarle.- ¿No piensas traerme la cena? Tengo hambre.-admitió.
-Ahora mismo, Horan.-besé sus labios cortamente antes de dirigirme a la cocina mientras apuntaba la comanda de mi irlandés.






¡Hola, hola! ¿Qué tal va ese inicio de curso? Duro, ¿verdad? Bueno, aquí os dejo otro capítulo más. Muchas de vosotras habéis acertado en la idea de Sam. Efectivamente, será todo más fácil si hacen que salen ellos dos...o eso es lo que ellos creen. ¡Han vuelto los chicos! Ya les echaba de menos por Londres jijijiji ¿Qué os parecen Lou y Amy? Adorables, ¿verdad? En el próximo capítulo tendrán al fin su ansiada primera cita. Y bueno, han vuelto, lo que significa que Liam y Ron no tardarán mucho en encontrarse y quién sabe qué pasará con ese par. Bueno nada más por hoy, deciros que voy a intentar subir cada viernes -y digo intentar porque se me ha complicado la semana de una manera increíble: ahora doy clases a seis niños por las tardes y tengo las tardes ocupadas de 16:00 a 20:00 así que no me dará tiempo a escribir apenas, pero intentaré escribir los capitulos en el fin de semana y así los tengo para el viernes. En fin, veremos cómo me voy organizando... Ah, y quizás la nueva que tengo en mente -tengo ya el prólogo escrito- pensaba subirla a finales de este mes pero quizás tengo que aplazarlo un poco, no sé... No os aburro más. ¡Que tengáis buena semana! Muchas gracias por todo.
Love,
Sarai.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Capítulo 56.




Louis Tomlinson

Aún estaba metido en la cama. La gira era agotadora y, si a un concierto por noche, le sumas desvelos en mitad de la noche para hablar con la chica que estaba todo el santo día en mi cabeza, ya era la bomba. El sonido de mi teléfono me hizo removerme en la cama y buscarlo a tientas en la mesilla de la derecha. Sin abrir del todo los ojos descubrí que era un Whatsapp de Amy. Me apresuré a abrirlo.

Odio a mi padre. ¡Ya es oficial! –sonreí imaginándomela indignadísima por lo que fuera que le hubiera hecho ahora. Decidí contestarla.
¿Tú no deberías estar durmiendo? ¿Qué hora es por allí?
Ese no es el tema ahora. Acabo de volver de la gran cena.-podía notar el sarcasmo en su últma frase.
¿Y qué es lo que te ha hecho ahora que te tiene tan cabreada, pequeña?
¿Puedo llamarte? –ni siquiera la contesté y marqué su número.

-Buenos días.-dije.
-¿Te he despertado?
-Iba a levantarme ya, creo que tenemos una entrevista con no sé qué revista australiana.-expliqué.
-Entonces mejor no te entretengo.-dijo.- Ya hablaremos después.-notaba desilusión en su voz.
-No, no. Puedo hablar ahora. ¿Qué te pasa? –pregunté.- Te noto rara.
-Tengo un problema muy gordo, Louis.-habló.-
-Me estás poniendo nervioso. ¿Quieres contármelo de una vez? –insistí.
-Mi padre quiere que salga con el hijo de su nuevo socio.-soltó. ¿QUÉ?
-Estás de broma, ¿verdad?
-No.-murmuró.- Ya me ha preparado una cita para mañana. ¿Qué voy a hacer, Louis? Cuando se le mete algo en la cabeza no hay quien le haga cambiar de idea.-podía notar en su voz cómo estaba a punto de echarse a llorar.
-No te preocupes, encontraremos una solución.-dije frunciendo el ceño, pensando. ¿Cómo podía tener un padre tan capullo?- Ve a esa cena mañana.
-¿Qué? –exclamó sorprendida.
-Es mejor que le hagas caso.-hablé.- Al menos de momento.
-Pero y si intenta.-la interrumpí.
-Dale largas, sal con él pero no le dejes que te toque. Solo necesito que me des tiempo a volver a Londres e ir a tener una charla con él.
-No quiero que te metas en líos por mi culpa.-murmuró y sonreí.
-Eres mi chica. Y uno se mete en líos por su chica.-la escuché suspirar.
-Es un tío inaguantable.-se quejó y reí.
-Podrás hacerlo, pequeña. Ya buscaremos la manera de que tu padre cambie de opinión. Si es necesario hasta me presento en tu casa y le digo que no puedes salir con el chaval porque ya tienes un novio muy estupendo.
-¿Y si simplemente me niego? –preguntó.
-Creo que sería peor. Conociendo tus antecedentes desobedeciéndole, seguro que te encierra en casa y te lleva al tal Dave a tu habitación.-resopló.
-Tendré que ir a cenar con él entonces.-dijo resignada.
-Si se le ocurre intentar besarte, dile que ya me encargaré yo de hacerle besar el suelo.-soltó una pequeña risa.
-¿Estás listo ya, Louis? –escuché la voz de Liam gritar al otro lado de la puerta.
-¡Dame un minuto! –respondí de la misma forma.
-Anda, ve a vestirte.-dijo Amy.
-Luego hablamos, ¿de acuerdo?
-Claro. Que tengas un buen día, Lou.-se despidió.
-Duerme bien, pequeña.

Colgué y, prácticamente corriendo, fui hasta el baño a darme una ducha. Lo hice lo más rápido que pude y me vestí con un pantalón vaquero hasta las rodillas y una camiseta blanca de manga corta. Cogí una gorra, el móvil y la cartera y me dispuse a salir de la habitación.

-¿Desde cuándo un minuto son casi diez, Louis? –Liam.
-Lo siento.-me disculpé.- Estaba hablando con Amy.-él sonrió.
-Oh, claro, eso lo explica todo.-alzó varias veces las cejas.
-No seas idiota.-le golpeé en el brazo. Ambos caminamos por el pasillo hasta el ascensor.- ¿Qué se hace cuando obligan a tu novia a salir con otro tio? –dije mientras él pulsaba al botón para ir a la planta baja.
-¿Cómo?
-Lo que oyes. Su padre, que parece uno de esos de la época medieval que se dedicaba a casar a su hija con los más ricos.
-Que fuerte.-dijo con los ojos abiertos.- ¿Y qué le has dicho?
-Que haga caso a su padre.-me miró aun más sorprendido.- ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué le diga que sea una chica mala y se revele? Con eso solo conseguiría enfadarle más.
-En eso llevas razón.-admitió.- Al menos tú tienes claros tus sentimientos y no como otros.-la puerta del ascensor se abrió. Sonreí y puse una mano en su hombro.
-Lo tuyo tiene una solución muy sencilla y lo sabes.
 
Amanda Turner

Después de hablar con Louis, me quité el traje y me puse el pijama. Me metí en la cama para intentar dormir pero no lo conseguía. Solo daba vueltas pensando en cómo había terminado la noche.

A la mañana siguiente, me desperté gracias a que mi hermano me llevó el desayuno a la cama. Estábamos charlando animadamente de lo que había pasado cuando sonó mi móvil. Un número que no tenía registrado.

Pasaré a las siete a por ti. Puedes ponerte tan preciosa como anoche. Dave.
No voy a ir a ninguna parte contigo.-contesté. 

Louis me había recomendado asistir pero yo seguiría intentando no ir. Lo que menos me apetecía era pasarme gran parte de la tarde con Dave y tenerle que aguantar todas sus chorradas.

¿Quieres que le diga a tu padre que no quieres salir conmigo? Muy bien, le llamaré entonces.- ¡Esto era lo que me faltaba!
¿Me estás amenazando?

-Mira esto, Dani.-le enseñé el mensaje.
-Es un auténtico capullo.-asentí con la cabeza.- Pero te va a tocar ir a la cena.-resoplé.

Solo era una advertencia, preciosa. Nos vemos luego.-y dio por zanjado el asunto.

-¿Por qué se empeña en hacerme la vida imposible, eh? –le pregunté apoyando la cabeza sobre su hombro.
-Ni yo mismo lo sé, tortuguita.
-En cuanto cumpla los dieciocho me largo de esta casa, lo juro.-mi hermano rió.- No sé cómo aguantas tú, ¿Por qué sigues aquí? Si no vivieras aquí papá no te diría todo el tiempo lo que debes hacer, ya sabes, podrías estudiar en la academia de arte como siempre quisiste.
-¿Crees que a mí me gusta estar aquí? –habló.- Quiero irme pero, ¿de qué vivo si no tengo trabajo? Hasta que no encuentre una fuente de ingresos, me toca quedarme en esta casa. Además, ¿q uieres que te deje aquí sola? –preguntó divertido. Negué rápidamente con la cabeza.
-Ni se te ocurra. Deberíamos irnos los dos a un pisito.-propuse.
-Me parece una idea estupenda.

Zayn Malik

El concierto empezaba a las nueve y, como cada noche, nos dirigíamos hasta el lugar donde se celebraría una hora antes. Una vez más, las fans se agolpaban alrededor de la furgoneta en la que íbamos en cuanto la reconocían y nuestro equipo de seguridad tenía que ponerse manos a la obra para que pudiéramos seguir nuestro camino. Cuando conseguimos entrar al recinto sin ningún accidente que lamentar, fuimos directos a los camerinos. Allí estaba ya Lou, nuestra querida estilista, preparada para arreglarnos. Hoy me tocaba ser el último en pasar por peluquería así que, calculé la hora que sería en Londres –más o menos las once de la mañana– y saqué el teléfono para llamar a Elizabeth. Hacía un par de días que no hablábamos y me había dejado preocupado desde que estuvo el fin de semana aquí.

-Me has leído la mente, iba a llamarte ahora mismo.-su saludo me hizo sonreír.
-¿Ah, sí? Será que tenemos telepatía o algo.-dije haciéndola reír. Vaya, al menos parecía que lo que fuera que la hubiera pasado, se había solucionado.
-¿Qué tal estás? –preguntó.
-Echándote de menos.-respondí.- ¿Qué hay de mi preciosa chica?
-También te echa de menos. No sabes cuánto, Zayn.-su tono de voz había cambiado.
-Eh, ¿ocurre algo? –fruncí el ceño.
-En realidad, tengo que contarte una cosa.-admitió.
-Perfecto. Te escucho.-empezó entonces a hablar, diciéndome todo lo que estaba ocurriendo con su madre y que, aquella mañana la había dejado temprano ingresada en un centro médico.- ¿Por qué no me lo contaste cuando estuviste aquí? –quise saber. Ella resopló.- Te habría ayudado a buscar una solución.
-Fue precisamente por eso por lo que no te dije nada.-afirmó.-
-Te hubiera prestado mi apartamento sin pensarlo dos veces.-comenté entendiendo a qué se refería.
-Exacto. Y empezarían los dichosos rumores.-suspiró.- Zayn, no quiero que la gente piense que salgo contigo por tu dinero. Por eso no te lo conté antes. Quería tenerlo solucionado porque sabía que te encargarías de hacer que no pudiera rechazar tu oferta. Solo espero que no te enfades conmigo por esto.-sonreí ampliamente.
-Escúchame bien Liz porque no te lo voy a repetir más veces. Me importa bien poco lo que la gente piense de ti, de mí y de nuestra relación. Sé perfectamente que no estás conmigo ni por mi fama ni por mi dinero. Sé que me quieres simplemente por ser Zayn, el chico normal de Bradford que ha conseguido cumplir su sueño. Y no, no estoy enfadado en absoluto.
-No te haces una idea de cuánto te quiero.-murmuró al otro lado.
-Resérvame el primer día que tengas libre en el trabajo para mí solo cuando vuelva y me lo demuestras.-dije divertido.-
-Lo haré, no te preocupes.-respondió de la misma forma.
-Tengo que irme, salimos al escenario en veinte minutos.
-Suerte entonces.
-Te quiero, Liz. Mañana te llamo.
-Y yo a ti.

Amanda Turner

Él había insistido en llevarme de nuevo a mi casa en su coche pero, después de tener la cena más horrible de toda mi vida, le había dicho que prefería ir caminando. Total, no vivía muy lejos de la casa de los Lawrence y necesitaba tomar el fresco. Así que, allí me encontraba, saliendo de la casa de Dave de una vez por todas.

-¡Amanda! ¿Qué haces tú por aquí? -¡Pero si era el hermano bueno!
-No te lo vas a creer.-le contesté. Me miró esperando que siguiera.- Al parecer tu padre y el mío quieren unir las familias.-expliqué brevemente. Él abrió los ojos, muy sorprendido.
-¿A ti también? –asentí.- Pues ya somos dos a los que les obligan a salir con alguien que no quieren.-confesó. Ahora era yo la que esperaba a la explicación. Miró el reloj que llevaba en la muñeca izquierda.- ¿Te apetece que nos tomemos un café y charlamos?

Acepté su propuesta y ambos pusimos rumbo a una cafetería cercana. Entramos, nos sentamos y pedimos un par de cafés.

-Ahora sí, cuéntame que es eso de que a ti también te obligan.-pedí.
-Sencillo.-bebió un sorbo.- Mi padre quiere unir lazos con una poderosa empresa americana y a mí, me toca salir con la hija del dueño. Pero eso no es lo peor de todo.-dijo tras hacer una pequeña pausa.
-¿Qué es, entonces?
-Que estoy enamorado de otra chica.-afirmó.- Y odio tener que esconderme, no poder ir a sitios públicos con ella porque sé que la prensa está pendiente de mi familia.
-Quizás nos estén haciendo fotos ahora mismo.-comenté.
-Seguramente. Me tienen vigilado las veinticuatro horas.
-Háblame de la chica. ¿Es guapa? –pregunté.
-Preciosa.-contestó mientras sonreía ampliamente.- Pero claro, es una chica normal, estudia magisterio y eso a mi padre no le gusta.
-¡Qué me vas a contar a mí! –exclamé.
-¿Algún novio por ahí? –quiso saber, alzando las cejas. Reí.
-Sí.-afirmé.- Pero antes de que lo preguntes, no te puedo decir quién es.-

Seguimos charlando un rato más de todo un poco y, después, le dejé que me acompañara a casa.

-Supongo que ahora te veré más por allí.-dijo mientras llegábamos a la puerta.
-Desgraciadamente sí.-hablé poniendo una mueca de asco que le hizo reír. Su risa se cortó de pronto y se quedó mirándome.- ¿Qué? –pregunté frunciendo el ceño, sin entender su actitud.
-Acabo de tener una idea estupenda, Amy.



¡Hola, hola! ¿Qué tal? ¿Habéis empezado las clases ya? Yo el lunes empiezo un curso de auxiliar infantil y ¡tengo muchas ganas! Además de empezar a dar clases particulares a dos chicas de inglés...En fin, ¡que me enrollo a contaros mi vida y no os importa! ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Cuál creéis que será la idea que ha tenido Sam? Por cierto...¿qué pensáis sobre 'Fireproof'?A mí me encanta, me tiene enamorada, ¡qué canción tan perfecta! 'Four' va a ser increíble. No tengo nada más que decir por hoy, la semana que viene volveré a subir aunque aún no sé qué día, cuando me organice ya os diré qué día fijo para subir. Muchísimas gracias.
Love,
Sarai.