Amanda Turner
No tenía nada qué hacer aquella mañana de domingo salvo
esperar pacientemente a que llegara la hora del partido para ir a mi encuentro
con Louis. Mi hermano había salido no sé a dónde, últimamente salía más de lo
normal y estaba raro. Sabía que no salía con Josh porque yo misma se lo había
preguntado y mi intuición femenina empezaba a sugerirme que mi queridísimo
hermano estaba viéndose con mi rubia amiga perteneciente a la girlband inglesa
del momento. Estaba decidiendo qué hacer con mi vida las horas que quedaban
hasta la comida cuando recibí un whatsapp de mi querido ricitos.
¿Qué tal si
comemos juntos y así me despido de mi mejor amiga? Xx
Espera que lo
consulte en mi agenda, Harold.-contesté e inmediatamente, bajé a buscar a mi madre y
tras unos segundos de súplica, conseguí permiso para salir a comer. Subí de
nuevo a mi habitación y cogí el móvil.- ¿Dónde
vas a llevarme? –escribí.
Al McDonald’s.-respondió y solté una carcajada
mientras sacaba unos shorts vaqueros del armario.
No seas cutre,
Harold.
Era broma, mujer.
Tú vístete que paso a por ti en media hora.
Estoy en ello.-envié y tiré el móvil sobre la
cama para vestirme.
Me puse los shorts y los acompañé con una camiseta de
manga corta azul con unas letras blancas. Me calcé mis preciadas converse y
cogí mi pequeña mochila. Metí el monedero, la funda de las gafas de sol, el
móvil, el gorro que le había quitado la noche anterior a Louis y, por último, guardé la camiseta del Manchester ya que no me iba a dar
tiempo a volver a casa antes de irme a ver el partido con Louis. Me maquillé
ligeramente y, como hacía calor, decidí recogerme el pelo en una coleta alta
dejando algunos mechones sueltos junto con el flequillo hacia un lado. Bajé con
la mochila a la espalda y las gafas de sol en la mano.
-¿Dónde vas? –preguntó mi padre. ¿Cuándo había llegado?
-A comer con un amigo.-dije sin dar más explicaciones.
-¿Qué amigo? –ya empezaba con sus preguntitas.-¿Es tu
novio?
-No le conoces.-resoplé.- Y no, no es mi novio. Yo de eso
no tengo.-sonreí levemente y pensé en Nick y Louis, esa había sido una mentira
bien gorda.
-Yo le conozco, no te preocupes, es un buen chico.-salió
mi madre de la cocina, diciendo aquellas palabras para ayudarme.
-Y acaba de llegar.-dije después de que el timbre
sonara.- Hasta luego.-me despedí de ambos y fui hasta la puerta.- ¡Harold!
–exclamé.
-Hola pequeñaja.-me saludó. Nos dimos un pequeño abrazo y
subimos a su coche.
Condujo hasta el centro de la ciudad y, aparcamos en el
primer sitio que vio disponible. Caminamos charlando hasta pararnos frente a un
restaurante italiano. ¿Es que siempre que alguno de ellos me llevaba a comer
tenía que ser a un italiano? Negué con la cabeza y me eché a reír. Inmediatamente, mi amigo empezó a
mirarme raro.
-¿Qué te pasa ahora? –preguntó sujetando la puerta del
local.
-Nada, nada.-respondí.
Pedimos una mesa para dos y un camarero nos guió hasta
ella. Nos dejó la carta y pedimos lo que queríamos comer. No tardaron mucho en
servirnos nuestros platos.
-Por cierto, Amy.-empezó a hablar mientras ya esperábamos
a que nos trajeran el postre.
-Dime Harold.-rodó los ojos. No le gustaba que nadie le
llamara así pero como mejor amiga oficial del ricitos podía darme el lujo de
hacerlo.
-¿Louis y tú seguís llevándoos tan mal como siempre?
–preguntó. ¿A qué venía eso ahora? Fruncí el ceño pensando durante unos
segundos mi respuesta aunque no dudé.
-Sí, creo que seguiremos así de por vida.-afirmé.
-Vaya.-dijo algo ¿decepcionado?
-¿Por qué tanto interés en cómo va mi relación con Louis?
–pregunté ahora yo.
-Es que verás.-empezó a hablar.- Te vas a reír.-hice un
movimiento con la cabeza, pidiéndole que continuara.- Gin y yo hicimos una
apuesta en Los Ángeles.
-¿Y de qué se trata? –tenía curiosidad.
-Apostamos que el perdedor cocinaría la cena al
otro.-explicó.-Yo aposté que Louis y tú terminaríais juntos y ella, por el
contrario, dice que acabaréis matándoos.-soltó una risita que acompañé. Mi
amiga era un poco exagerada a veces.- La fecha límite es el cumpleaños de
Nialler y está al caer. Y por lo que veo no habéis progresado mucho.-no podía
parar de reírme. ¿En serio habían hecho apuestas sobre nosotros dos?
-Pues siento decirte, querido amigo, que perderás esa
apuesta.-sentencié. Sabía perfectamente que por esas fechas, Louis y yo ya
estaríamos juntos pero en secreto y dentro de nuestros planes no estaba
contárselo a los chicos al menos por el momento.
-Eso me imaginaba.-dijo resignado.
-Si es que te tengo dicho que no apuestes a causas
perdidas.-bromeé.
Terminamos de comer sobre las cuatro y media de la tarde
y a las cinco empezaba el partido así que debía irme ya o no llegaría a tiempo.
Me despedí de Harry y le pedí que les diera un gran abrazo a los demás de mi
parte aunque más tarde hablaría con ellos para despedirme también. Él cogió el
coche para ir a visitar a mi amiga y yo, fui a coger el autobús. Tardé unos
veinte minutos en llegar al barrio de Louis y unos cinco minutos andando más
tarde, estaba frente a su casa. Llamé al timbre un par de veces antes de que me
abriera.
-Casi llegas tarde.-me recriminó.
-Hola Louis, ¿qué tal? Ah, sí, yo genial, gracias.-dije
irónica. Él rió y besó mi mejilla.
-Pasa. Está a punto de empezar.-se hizo a un lado para
que entrara y me adentré en su casa.
-¿Y Ron? ¿La has echado de casa? –pregunté divertida
mientras dejaba mi mochila sobre el sofá. Ya tenía un par de bebidas y un
cuenco de palomitas sobre la mesa del salón.
- Creo que había quedado con Ed.-me contestó.
-Ahora vengo.-me dirigí al baño con la camiseta del
equipo en la mano. Entré y unos minutos después, salí preparada para ver el
partido.
Pasamos una tarde muy divertida en la que no paré apenas
de reír: Louis estaba demasiado gracioso cuando se indignaba con el árbitro o
con algún jugador. El partido terminó pero ni yo tenía ganas de irme ni él de
que me fuera así que, me acomodé en el sofá, quedando tumbada con la cabeza
sobre sus piernas mientras charlábamos con el ruido de la televisión de fondo.
-¿Cuál es tu grupo de música favorito? –pregunté.
-¿A qué viene eso? –dijo mirándome divertido. Me encogí
de hombros y sonreí.
-Llevamos saliendo por ahí unas semanas y no sé las cosas
básicas que debería saber sobre ti.-comenté.
-The Fray.-contestó. Fruncí el ceño, haciendo memoria, me
sonaba el nombre del grupo.
-¿Esos son los de How
to save a life? –pregunté entonando esa pequeña frase de la canción.
-Tienen más canciones aparte de esa.
-Me lo imagino. Cántame alguna.-pedí.
-¿Ahora?
-No, mañana.-rodé los ojos.- ¡Claro que ahora! –exclamé.
Resopló resignado, sabía que no iba a parar hasta que cantara un trocito.
-If I don’t say
this now I will surely break as I’m leaving the one I wanna take. Forgive the
urgency but hurry up and wait, my heart has started to separate. Oh oh oh, oh
oh oh, be my baby. Oh oh oh, oh oh. Oh oh oh, oh oh oh, be my baby and I'll
look after you.-cantó y yo no podía dejar de mirarle con una sonrisa de
oreja a oreja.
-¿Cuidarás de mí,
Lou? –pregunté inocente.
-Siempre, pequeña.-sonreí nuevamente mientras sentía sus
labios presionar levemente la piel de mi frente.- ¿Y tu grupo favorito?
-Puf.-resoplé.- Es muy complicado. Me encanta 5SOS, Little
Mix, Olly Murs y adoro a Demi Lovato.-afirmé.
-Y ahora me vas a cantar un trocito de tu canción
preferida, ¿a qué sí? –Iba a contestarle de forma negativa pero no me dio
tiempo.- Y no me digas que no porque quiero escucharte.
-Está bien pero no te asustes si lo hago tremendamente
fatal.-advertí y él rio. Me aclaré la garganta, dándole importancia.-Baby, when they look up at the sky, we'll be
shooting stars just passing by, you'll be coming home with me tonight, we'll be
burning up like neon lights. Please still my heart cause it's freaking out,
it's freaking out, right now, shining like stars cause we're beautiful, we're
beautiful, right now. You're all I see in all these places, you're all I see in
all these faces, so let's pretend we're running out of time, of time. Baby,
when they look up at the sky.-no acabé el estribillo y paré de cantar.
-No lo haces tan mal como te piensas.
A partir de ahí, seguimos haciéndonos preguntas de ese
tipo, haciendo que el tiempo se pasara volando entre bromas.
-Creo que debería irme, es tarde.-dije incorporándome.
-¿Quieres que te lleve? –se ofreció.
-No hace falta. Además, cuanto menos nos vean juntos,
mejor.-afirmé y él asintió con la cabeza, dándome la razón. Me acompañó por el
pasillo hasta la puerta.
-Ten cuidado y avísame cuando llegues, ¿vale? –pidió y
solté una risita.- No te rías, ¿quieres? –colocó los brazos sobre su cintura, haciéndose
el indignado.
-Es que te has parecido a mi padre.-me justifiqué.- Pero
te avisaré, no te preocupes. Y tú llámame cuando lleguéis mañana a Australia.
-Lo haré.-murmuró antes de envolverme entre sus brazos.
Respiré su aroma, intentando quedarme con él para los siguientes dos meses en
los que no le vería. Levanté la cabeza para mirarle y sin darme cuenta, dirigí
mi mirada hacia sus labios. Quería besarle. Tenía muchísimas ganas de hacerlo
así que, casi con miedo, me incliné levemente y acerqué mis labios a los suyos
que recibieron mi pequeño beso con alegría. No ocurrió como la noche anterior.
Le había pillado igualmente de improviso pero esta vez, no dudó ni un segundo
en seguir aquel beso que en pocos segundos, tomó demasiada fuerza y acabé con
la espalda en la pared y su cuerpo sobre el mío sin dejar apenas espacio entre
nosotros. Había tenido besos subidos de tono con Nick pero nunca en la vida me
habían besado de aquella manera, con esa desesperación por no despegarnos el
uno del otro.
-Vete ya o no podré controlarme.-susurró sobre mis
labios, separándose un poco de mí para respirar. Sonreí al escucharle.
-Hasta pronto, Lou.-dije de la misma forma. Dejé un beso
sobre su mejilla y, tras escabullirme de su pequeña prisión, fue hasta la
puerta aunque me dí cuenta de algo antes de salir.- Casi lo olvidaba.-dije
girándome sobre mí con el gorro en mis manos.
-Quédatelo.-dijo sonriendo y después de dedicarle una
última sonrisa, salí de allí.
Veronica Reed
-¿Seguro que llevas todo, Boo? –le pregunté una vez más.
Mi amigo era el mayor despistado de este mundo y probablemente, hubiera
olvidado algo.
-Que sí.-repitió.- Que pesada eres cuando
quieres.-protestó.
-Pero me adoras.-dije.
-Lo que tú digas, Ron.-le saqué la lengua y lo acompañé
hasta la puerta.- Cuida de mi pequeña casa, eh.-me advirtió.
-Como si fuera mía.
-Esa idea no me gusta nada.-reí.
-Anda, vete ya o perderás el avión.-le metí prisa.- Dales
un abrazo a los chicos de mi parte.
-¿A Liam también? –preguntó alzando una ceja. Le divertía
aquello.
-Capullo.-le contesté.
-Yo también te quiero, amiga.-ambos reímos y nos
abrazamos.-Vigila a mi chica también.-susurró en mi oído y sonreí.- Yo a
cambio, intentaré meter en vereda a Payno.
-Pórtate bien, Boo.-
-Eso siempre.-volvimos a reír y, de una vez por todas, se
metió en el taxi que le llevaría al aeropuerto.
Genial, ahora estaba sola en aquella casa tan enorme. No
empezaba la universidad hasta la semana siguiente y, como la casa de Louis
estaba bastante alejada, había pensado buscar un pequeño apartamento más cerca
al que mudarme, además de que seguramente, mi amigo querría la casa disponible
para invitar cuando quisiera a Amanda. Gin y Amy estarían ya de camino a
enfrentar el primer día de instituto y Lucy supongo que trabajaría así que
decidí llamar a Elizabeth y averiguar si la gustaría acompañarme en la búsqueda
de mi piso. Aceptó sin dudarlo, así que tras darme una ducha, me arreglé y salí
a su encuentro. Fuimos a una agencia inmobiliaria donde nos enseñaron un montón
de apartamentos perfectos para estudiantes como yo.
-Gracias por acompañarme.-le dije ya sentadas en una
cafetería, haciendo un poco de tiempo a que viniera a nuestro encuentro la
señorita de la agencia para enseñarnos algunos de los pisos.
-No hay de qué. Gracias a ti por hacer que no me
aburra.-respondió y reímos.- Oye, Ron.
-¿Qué? –pregunté.
-¿Has sabido algo más de Liam?
Gracias Eli, has tocado el tema más adecuado en este
momento. Desde el día de su cumpleaños en el que me habló de aquella manera no
había vuelto a tener noticias de Liam y tampoco quería. Total, si siempre iba a
dirigirse a mí de malas maneras, mejor que no lo hiciera.
-No.-contesté.
-Pero me dijiste que.-empezó a hablar.
-Lo sé, sé que os dije que pensaba decirle que no salía
con Ed pero ¿sabes qué? Ni siquiera se ha disculpado por tratarme como lo hizo,
ni me ha mandado un mensaje ni nada así que eso será porque no le importo lo
más mínimo, ¿para qué contarle la verdad si le da igual?
¡Hola chicas! Siento no haber subido el viernes como siempre, es que salí con una amiga a comer y volví tardísimo a casa y ayer tampoco me dió tiempo. Espero que os haya gustado a pesar de que es un poquito corto pero bueno, el siguiente quizás es más largo además que llega el momento esperado: ¡ruptura! jajajaja Un par de cositas sobre este capítulo: las canciones que cantan son Look After You de The Fray y la que canta Amy es de Demi Lovato, Neon Lights. Hablando de lo de las canciones, cuando ella le pregunta si va a cuidar de ella es porque la última frase que canta dice eso mismo "cuidaré de ti". Hoy quería dedicárselo a @Lau_LHNZL que ayer fue su cumpleaños, ¡felicidades, preciosa! Ah, por cierto, sé que algunas "escritoras" tienen grupos de wa con sus lectoras y eso, no voy a crear ningún grupo porque mi móvil va fatal pero a lo que iba, que si cualquiera de vosotras quiere charlar conmigo o lo que sea pues pedidme el wa o hablamos por twitter, que yo estaré encantada. Nada más por hoy, intentaré subir entre semana Unforgettable Summer. Muchas gracias por todo.
Love,
Sarai.