Amanda Turner
- ¡Llevo esperándote quince minutos aquí como un
pasmarote! –me regañó en cuanto me tuvo delante.
- Lo siento, Hazza, lo siento.-me disculpé besando
después su mejilla.- Me han entretenido.
- ¿Nick? –preguntó levantando las cejas varias veces.
Asentí.- Desde que sales con él me dedicas menos tiempo.-dijo poniendo un
puchero. Reí y le abracé de lado.
- Fuiste tú el que me abandonaste por la gira
americana.-bromeé.
- ¡Es que es mi trabajo! –se excusó y volví a reír, esta
vez él me acompañó.- Bueno, ¿qué tal ha ido ese último examen? –preguntó
pasando su brazo por mis hombros.
- Creo que bien.-respondí.- ¡Solo me queda un año de
instituto! –exclamé contenta.
- Oh, ¡qué mayor eres! –se burló.
- No te rías.-le golpeé el brazo.
- Déjate de chorradas y vamos a lo que hemos venido.-dijo
mientras empezábamos a andar por los pasillos del centro comercial.
- ¿Ya has encontrado pareja para la boda? –le pregunté.
- No. Como tú no quieres acompañarme…
- Mis padres no me dejarían irme contigo un par de días
Holmes Chapel y lo sabes. Puedo escaparme aquí en Londres pero no a otra
ciudad.
- Lo sé. La verdad es que estoy pensando en alguien pero
no estoy seguro de que quiera venir.
- ¿De quién se trata? ¿La conozco? ¿Es guapa? –pregunté
rápidamente.
- Ya te lo diré. Ahora vamos a por mi traje.-y entramos
los dos en una tienda de ropa masculina que mostraba en el escaparate varios
trajes de novio.
En seguida una chica morena, de mi misma estatura se
acercó a nosotros para atendernos. Le entregó a Harry varios trajes de distinto
corte y color con sus respectivas camisas y corbatas. Se metió al probador
mientras yo esperaba fuera a que saliera. Unos minutos después salió con un
traje azul marino, una camisa en azul claro y una corbata del color del traje.
Negué con la cabeza indicándole que no me gustaba cómo le quedaba. Rió y entró
de nuevo para ponerse el siguiente. Esta vez era gris oscuro, con una camisa
rosa y la corbata gris también.
- ¿Qué tal este? –dijo dando una vuelta sobre sí mismo.
- Me gusta más que el otro.-contesté.- Pero no termina de
convencerme.
Volvió dentro del probador y salió con un traje negro,
una camisa blanca y la corbata negra. Era sencillo, un traje clásico pero para
mi gusto, el que mejor le estaba de los tres.
- Espera, no me lo digas.-dijo.- Por la cara que has
puesto, te encanta este, eh.-me eché a reír.
- Te queda perfecto.-
- A mí todo me queda perfecto, parece mentira que no lo
sepas.-le saqué la lengua haciéndole burla después, intentando imitar su voz.-
No, ahora en serio, ¿te gusta este? Es la boda de mi madre, tiene que ser el
mejor traje.-dijo mientras se miraba en el espejo.
- Este es genial.-le confirmé.- De verdad.
- ¿Segura? –levantó una ceja.
- Que sí, no seas pesado Hazza. Vas a ser el tío más
guapo de toda la boda.-besé su mejilla y luego le empujé levemente para que
volviera dentro del probador.
Esperé unos minutos fuera a que se vistiera con la ropa
que traía y salió con los tres trajes en la mano. La dependienta se acercó a
preguntarle si se quedaba con alguno y él se quedó con el último: el traje
negro.
- Y ahora tendré que invitarte a comer, ¿no? –preguntó
cuando salíamos de la tienda.
- Claro, por las molestias.
Caminamos un poco hasta sentarnos en uno de los
restaurantes que había por allí. Pedimos y seguimos charlando.
- ¿Crees que si le digo a Gin que me acompañe a la boda
aceptará? –me preguntó cuando nos trajeron la comida. Sonreí mirándole.- ¿Qué?
- Nada, nada.-dije negando con la cabeza. Me aclaré un
poco la garganta antes de responderle.- Es posible que acepte, sí.
- Ese “posible” no me gusta, no era lo que quería
escuchar.
- Y yo qué sé, no soy adivina, Haz.-dije divertida pero
sabiendo lo mucho que él le gustaba a Gin, lo más seguro era que le dijera que
sí encantada. Esos dos habían estado viéndose a menudo desde que los chicos
volvieron de Estados Unidos, a parte de las veces que habíamos quedado todos, y
algo me decía que entre ellos empezaba a haber algo más que amistad.-
Pregúntaselo y sales de dudas.-concluí.
- Sí, será lo mejor.-desvió la vista a su plato y yo
volví a sonreír. Estuvimos unos minutos en silencio mientras comíamos.- ¿Sabes
que vuelve Ron en dos días?
- Claro que lo sé, lo dijo por el grupo.-contesté.-
- Liam ha pensado en hacer una especie de fiesta.-me
contó.- Además, así celebramos que nosotros estamos de vacaciones por fin.
- Me parece genial.
- Esta vez creo que toca en casa de Zayn. Puedes invitar
a Nick si quieres, creo que vendrán también Perrie y Eleanor.
- Se lo diré.
Cuando terminamos de comer, nos montamos en su coche pero
en vez de llevarme a mi casa, le pedí que me dejara en la de Nick, así pasaba
un rato con él antes de volver a casa. Nos despedimos con un beso en la mejilla
y bajé del coche. Llamé al timbre y en seguida, mi chico me abrió para dejar un
suave beso sobre mis labios.
- ¿No habíamos quedado en llamarnos? –preguntó sujetando
la puerta mientras yo entraba. Me encogí de hombros.
- Cambio de planes. Me apetecía estar contigo un
rato.-ambos sonreímos y volvimos a unir nuestros labios.
Hacía poco más de un mes que habíamos empezado a salir,
después de que los chicos empezaran su gira, Nick y yo salíamos a menudo y poco
a poco los sentimientos que tiempo atrás había tenido hacía él volvieron y él
se había dado cuenta de que también me quería como algo más que una amiga así
que, decidimos empezar una relación.
- Por cierto, nos han invitado a una fiesta el
sábado.-dije mientras él acariciaba mi pelo. Tenía mi cabeza sobre sus piernas.
- ¿Harry? –preguntó. Sonreí dándole la respuesta.
- Es en casa de Zayn.
- ¿Y quieres que yo vaya? No sé, son tus amigos, no los
conozco mucho, tan solo me he cruzado un par de veces con Harry.
- Claro que quiero que vengas conmigo. Estoy segura de
que os caeréis bien.
Niall Horan
Desde que habíamos vuelto de la gira, tenía por costumbre
quedar todos los martes con Eli y ambos íbamos a comer a Nando’s. Hoy era
jueves pero ya que ella había terminado las clases, hicimos una excepción en
nuestra rutina y fuimos también a comer allí. Me senté a esperarla en la mesa
de siempre, al fondo, donde podíamos comer tranquilos alejados de fans y
paparazzis preparados con sus cámaras de fotos para sacar las cosas de contexto
y montar dramas innecesarios por internet. Unos minutos más tarde, apareció. Se
quitó las gafas de sol y se sentó frente a mí después de saludarnos con un beso
en la mejilla y un abrazo. La camarera de siempre, Lucy, vino a tomarnos nota
y, una vez más, me quedé observando cómo se alejaba hasta llegar a la barra y
decirle al cocinero nuestro pedido.
- ¿Cuándo piensas pedirle una cita?
- ¿Eh? ¿Qué? –dije.
- Pues eso, Nialler. Se ve a leguas que te gusta. No veo nada
de malo en que la invites a salir por ahí.
- No me gusta.-
- No, claro que no. ¡Si no apartas la vista de ella cada
vez que venimos! Admite que siempre comemos en este Nando’s porque está ella y
apuesto lo que sea a que pasas por aquí más de tres veces a la semana para
verla.-noté el calor llegar a mis mejillas.- Lo ves, te has puesto rojo.-dijo
justo antes de que Lucy viniera con nuestros platos, mi mirada se cruzó con la
suya y sus mejillas se tornaron rojas.- Y está claro que a ella también le
gustas.-dijo Eli susurrando.- Si te da vergüenza le doy yo tu número.-comentó
llevándose un poco de comida a la boca.
- ¡No! –dije demasiado alto. Todos se volvieron a
mirarme.- No.-dije esta vez más bajo.- Ya lo haré yo.
- ¡Lo sabía! –exclamó victoriosa.
- ¿Puedo decirte algo? –ella asintió.- Es algo raro,
¿sabes? –desvié mi mirada hacia la camarera que atendía una mesa.- Cuando la
miro presiento que nos conocemos de antes, que ya nos habíamos visto en otro
sitio antes de aquel día cuando entramos aquí tú y yo.
Cuando terminamos de comer, Elizabeth prácticamente me
obligó a acercarme a Lucy y preguntarle a qué hora salía. Me dejó solo con la
excusa de que iba al baño, así que esa era mi oportunidad. Me acerqué a ella
por detrás, se encontraba sentada en uno de los taburetes de la barra.
Carraspeé y ella se sobresaltó.
- ¿Necesitas algo, Niall? –me preguntó.
- En realidad no, bueno…sí.-hice una pequeña pausa.
Suspiré y sonreí. Vamos, hombre, no es la
primera vez que quedas con una chica.- ¿A qué hora sales? –abrió los ojos
sorprendida.
- A las siete.-contestó evitando mirarme.
- ¿Te parece bien si paso a buscarte y te invito al cine?
- No sé si es una buena idea. Tú eres Niall Horan y yo
bueno…
- No es Niall Horan miembro de One Direction el que te
está invitando a salir, es solo Niall, un chico al que le apetece salir
contigo. ¿Qué me dices? –dije agachándome ligeramente para quedar a su altura.-
Te advierto que puedo ser muy insistente cuando me lo propongo.-la hice reír.
- Está bien.-aceptó mostrándome una sonrisa realmente
bonita.
- Genial. Entonces a las siete me tienes aquí.-Vi a Eli
salir del baño.- Hasta luego, Lucy.
- Adiós Niall.-contestó y cuando Elizabeth llegó a
nuestra altura, los dos salimos de allí.
- ¿Qué? ¿Qué tal ha ido? –me preguntó en cuanto salimos.-
¿Has quedado con ella? –asentí con la cabeza.- ¡Si es que nadie puede decirle
que no a esta carita! –dijo apretando cariñosamente mis mejillas.
- Para ya, por favor, Eli.-dije riendo.
- Quiero que me lo cuentes todo, eh.-pidió.- ¿Cuándo es
la cita?
- Esta noche. Cuando salga de trabajar.-expliqué.
- Podría venir a la fiestecilla esa en casa de Malik del
sábado.-sugirió.
Lucy Austen
Le vi salir de allí después de comer, como habitualmente,
con aquella chica de pelo castaño. Aún no había comprendido muy bien lo que
acababa de pasarme. Me había invitado a salir. ¡Y yo que pensaba que esa chica
era su novia! Aunque claro, lo raro no es que tuviera novia, sino que estuviera
soltero. Su invitación me alegró el resto del día y el trabajo se me hizo menos
aburrido. Las horas pasaron más rápido que de costumbre y al llegar las siete,
tal y como había dicho, le vi aparecer por la puerta. Se acercó hasta donde
estaba después de saludarme con la mano.
- ¿Estás lista? –preguntó.
- Voy a cambiarme, no tardo.-contesté.
Me metí en la habitación que teníamos los empleados a
nuestra disposición para cambiarnos de ropa y no tener que ir con el uniforme
del trabajo por la calle. Me puse la ropa con la que había llegado esta mañana,
unos vaqueros largos y una camiseta de media manga blanca con algunos dibujos
en negro. Entré en el baño, me miré en el espejo y peiné un poco mi pelo con
las manos. Saqué un gloss transparente del bolso y me pinté los labios. Volví a
colgarme el bolso en el hombro derecho y salí. Seguía exactamente donde le
había dejado.
- Podemos irnos.-dije a sus espaldas.
- Perfecto.-sonrió dejándome ver el buen trabajo que el
aparato dental que había llevado durante unos cuantos meses había hecho.
- Hasta mañana.-me despedí de mi compañero y ambos
salimos de allí. Nos subimos en su coche y condujo por las calles londinenses
hasta nuestro destino.
- Bueno, dime, ¿qué película te apetece ver? –preguntó
cuando llegamos al cine.
Estuvimos mirando la cartelera durante unos minutos,
desechando las películas que no eran de nuestro agrado hasta que entre los dos,
elegimos una. Compramos palomitas y algo de beber antes de entrar en la sala en
la que proyectaban la película. Al salir del cine, insistió en que tomáramos
algo de comer ya que según él “se moría de hambre”. Pasamos un rato agradable,
hablando de cosas triviales hasta que llegó la hora de volver a casa.
- Vamos a hacer una fiesta en casa de Zayn, sabes quién
es, ¿no? –dijo mientras conducía hasta mi casa.
- Claro que sé quién es.-reí.
- Bueno, lo que estaba diciendo, que haremos una fiesta
los chicos y yo el sábado, vienen unas amigas nuestras.-se encogió de hombros.-
Si te apetece puedes venir, seguramente lo pasaremos bien.
- Ahora gira a la derecha.-le indiqué.- No sé, no quiero
molestar. Además no sé hasta que hora me toca trabajar el sábado. Ahí
es.-señalé un portal con el dedo. Llegó frente a la puerta y paró el coche.
- Ya tienes mi número y estás invitada, si quieres que
pase a por ti solo tienes que llamarme o me mandas un mensaje.
- Claro.-sonreí tímidamente. Iba a salir del coche cuando
me llamó.
- Lucy.-
- ¿Sí?
- ¿Puedo hacerte una pregunta? –asentí con la cabeza.-
¿Tú y yo nos conocemos de algo? Juraría haberte visto antes.-dijo mirándome.
¿Se acordaba de mí? ¿En serio?
- Sí nos conocimos hace tiempo.-contesté.
- ¿Y se puede saber de qué? Llevo días pensándolo pero no
caigo.
- No te lo voy a decir.-dije divertida.- Piensa, Horan y
descúbrelo.
- No seas así, dímelo o la próxima vez no te traeré a
casa.
- Eso es chantaje. Averígualo.-volví a decirle. Él
sonrió, negando levemente con la cabeza.
- Espero verte el sábado.-susurró en mi oído antes de besar
mi mejilla suavemente y bajé del coche.
Saqué las llaves del bolso y las introduje en la
cerradura, justo antes de entrar escuché el sonido del motor del coche y el
claxon sonó, llamando mi atención para ver cómo se despedía de mí antes de
desaparecer al final de la calle.
Os prometí capítulo el sábado y...voilà, aquí está. Bueno, bueno, algunas habéis acertado en cuanto al novio de Amy, ¡ya tenemos Namy! ¿Qué os parecen? ¿Durarán? ¿Le caerá bien Nick a los chicos en la fiesta? Ya habéis visto que en estos dos meses han pasado cositas...los sentimientos empiezan a salir a flote. ¿De qué pensáis que se conocen Niall y Lucy? ¿Alguna idea (decabellada o no)? En el siguiente, seguiréis descubriendo qué ha pasado con los demás, qué tal les ha sentado este tiempo, qué han hecho y demás... Creo que nada más por hoy. Subiré en cuanto pueda, ya lo sabéis. Muchísimas gracias.
Love,
Sarai.