¡Hola chicas!
Como ya dije en el capítulo que subí el viernes, voy a dejar de subir a blogger la fic por varias razones, la principal es que estoy super ocupada y me es más fácil subirlo solo a un sitio, en este caso Wattpad porque es más cómodo para todos.
Os dejo aquí el enlace a mi perfil de Wattpad donde encontraréis esta y todas mis otras fics -incluida una nueva que empecé hace poquito- Soy TomlinsonSmile_ http://www.wattpad.com/user/TomlinsonSmile_
Este es el link de Our Little Secret: http://www.wattpad.com/story/6296551-our-little-secret
Espero que os paséis por allí. Si queréis que os avise cada vez que haya capítulo -aunque habrá todos los viernes- pues dejadme vuestro tw por comentario o decídmelo en tw @SaraiLoveSlayer
Nada más, muchísimas gracias por leer y ¡nos vemos en Wattpad!
Love,
Sarai.
domingo, 18 de enero de 2015
viernes, 16 de enero de 2015
Capítulo 67.
Amanda Turner
No quise ni ver cómo se alejaba por la calle en el coche.
Respiré hondo antes de entrar en mi casa con el bolso colgado del hombro. Lo
dejé en el pasillo y entré al salón, esta vez ni siquiera intenté mi técnica de
“sube a la habitación como si nada pasase” porque sabía que sería inútil. La
mentira que habíamos construido había alcanzado a estas alturas un nivel muy
alto y había llegado la hora en que explotara. Ahora solo me quedaba ver las
consecuencias y enfrentarlas lo mejor que pudiera.
-¿A ti te parece normal lo que hiciste? Eso de escaparte
de casa es nuevo.-allá vamos. Tú puedes, Amy.
-¿Y a ti te parece normal cómo le has tratado sin
conocerle siquiera? Porque esto de que seas un mal educado también es
nuevo.-contraataqué.
-¿No te das cuenta de que eres un capricho para él?
Venga, creía que eras más inteligente, hija. ¿Desde cuándo un cantante se fija
en gente normal y menos en una chiquilla?
-¿Y desde cuándo los Turner somos gente normal? –hablé.-
No nos persiguen los periodistas pero la mitad del tiempo estamos en boca de la
gente y tú estás siempre preocupado por la imagen que demos mi hermano y yo de
la familia. Si fuéramos gente normal, no obligarías a Dani a estudiar
“administración y dirección de empresas” y a mí no me empujarías a seguir el
mismo camino cuando sabes que lo odiamos.
-No te desvíes del tema. Es vuestro futuro, tendréis que
haceros cargo de la empresa.
-¿Y para qué? ¿No estabas planeando casi ya mi boda con
Sam Lawrence para asegurar ese futuro de tu empresa? ¡Por Dios, papá! No
estamos en el siglo dieciocho.
-Me da igual en el siglo en el que estemos, vives bajo mi
techo y harás lo que yo diga.
-No tendrás que aguantarme mucho más por aquí.
-¿Y qué vas a hacer? ¿Irte a vivir con él? ¿Vas a ser una
mantenida toda tu vida?
-Todo lo llevas al terreno del dinero. Eso es lo único
que te importa, ¿verdad, papá? –dije intentando mantenerme imbatible.
-¿Te crees que hago todo esto solo por el dinero? Pues no
es así, todo lo que hago lo hago por vuestro bien.
-No, papá.-no pensaba dejar que se escudara bajo ese
“vuestro bien”.- Si lo que más te importara fuera nuestra felicidad no
estaríamos teniendo esta conversación y me dejarías estar con la persona que
quiero.
-¿Querer? Solo tienes diecisiete años y ya te crees toda
una experta en el amor.-no me dio tiempo a hablar porque continuó él.- Experta
o no, no voy a dejar que salgas con ese chico que, a parte de sacarte cinco
años, hará que estés día sí y día también en las revistas.
-Pero papá.
-Esa es mi última palabra. Y no quiero más tonterías.
Dejé pasar lo de que te hicieras ese tatuaje que llevas.- ¿Hola? ¿Se había
enterado y me lo dice ahora?- porque supe que solo era un acto de rebeldía pero
se acabó, a partir de hoy te quiero en casa antes de las nueve de la noche y ni
se te ocurra intentar verte con él porque soy capaz de mandarte a estudiar a
otro país.-mis ojos se abrieron como platos ante aquella última amenaza. No
estaría hablando en serio, ¿verdad?-
-Gracias por echarme un cable, mamá.-fue lo que dije
antes de ir camino de las escaleras para encerrarme en mi habitación.
-Una última cosa, Amanda.-
-¿Qué pasa ahora? –pregunté de mala gana, sin volver la
cabeza para mirarle.
-Dame tu móvil.
-¿Qué? No hace falta.
-No soy tonto. Dame tu teléfono, por favor.-pidió. De
mala leche, lo saqué del bolsillo trasero de mi vaquero y me acerqué para
dejarlo con rabia en su mano abierta.
-Gracias por hacerme la vida imposible, papá. Muchas
gracias.-dije entre dientes antes de subir casi corriendo y dar un portazo al
entrar en la habitación.
¿Y ahora qué iba a hacer?
-¿Puedo pasar, tortuguita? –mi hermano asomó la cabeza
por la puerta de mi habitación tras llamar con un golpe de nudillos.
-Sí, anda.-dije con pesar, dejándome caer boca arriba
sobre la cama.
-¿Tan mal ha ido? –preguntó.
-Mal no, ha sido horrible.-contesté.
-No he querido bajar porque ya sabes…-hizo una breve
pausa.- iba a empezar con el tema de siempre y creo que esta vez hubiera
terminado largándome de esta casa.
-Lo sé, no importa, no te preocupes.-hablé.- Era algo que
tenía que hacer yo sola.-suspiré.- ¿Puedes dejarme tu teléfono, Dani? –me miró
frunciendo el ceño.- Me ha quitado el móvil y tengo toque de queda, además de
haberme prohibido que vea a Louis. Me ha amenazado con mandarme al extranjero a
estudiar.-expliqué.
-Toma.-me lo tendió después de sacarlo de su bolsillo.-
-Gracias.
-Te dejo sola para que hables con él tranquilamente.
-No, no hace falta.-dije mientras llevaba el teléfono a
mi oreja. Sonaron cuatro tonos y no lo cogía. Volví a llamar dos veces más pero
sin éxito.-Voy a dejarle un mensaje de WhatsApp y aviso a Eli, tengo que
contarles lo que ha pasado.
-Lo que necesites, tortuguita.-dijo sonriendo.
Lou, soy Amy. Mi
padre me ha quitado el móvil, voy a avisar a las chicas para quedar con ellas,
necesito tomar aire y desahogarme. Ya te daré los detalles cuando nos veamos.
Te quiero.
Tras pulsar a la tecla de enviar, busqué el número de
Eli. Ella sí que respondió.
-Hola Dani.-saludó feliz al otro lado.
-Mec, error.-dije.- Soy yo.
-¿Qué haces con el móvil de tu hermano? –preguntó
divertida.
-Larga historia. Necesito que me hagas un favor,
Eli.-pedí.
-Dime.
-No sé si habrás visto las revistas pero, nos han
pillado.-solté recibiendo por parte de mi amiga una exclamación de sorpresa.-
Te puedes imaginar la que me ha caído en casa…-murmuré.- Me he quedado sin
móvil por una buena temporada y quería quedar con vosotras si estáis
disponibles, lo que menos me apetece ahora es estar en mi casa.
-Sí, sí, claro. ¿Por qué no te vienes al apartamento de Ron?
-¡También es tuyo! –escuché a Ronnie gritar y reí
levemente.
-Genial, me cambio y voy para allá.
-Vale, yo mientras avisaré a Gin y Lucy.-
-Gracias, Eli.
Me despedí de ella y le devolví el teléfono a mi hermano.
Se ofreció a acompañarme ya que él iba a salir a ver a Josh. Acepté su oferta y
me dejó sola por si quería cambiarme de ropa. Me quité lo que llevaba puesto y
lo cambié por unos vaqueros oscuros que acompañé con una camisa a cuadros rosa
y blanca. Me calcé mis botas, me puse el abrigo y cogí algo de dinero por si a
la vuelta quería coger un taxi en vez del transporte público.
-Estoy lista.-le dije a mi hermano, entrando en su
habitación.
-Pues vámonos.-
-¿Dónde te crees que vas? –esa era la voz de mi padre.
-Entre tantas prohibiciones no estaban mis amigas así que
voy a pasar el día con ellas. No me gusta estar en sitios donde me odian.-hablé
y sin dejar tiempo a que contestara, los dos salimos de casa.
Louis Tomlinson
Sabía que colgar de aquella manera a nuestro mánager no
iba a traer nada bueno pero, ¿para qué tanta prisa en ir a que me echaran la
bronca? Llevé el coche por las calles londinenses hasta llegar frente a la
mansión de los Lawrence. Aparqué el coche en el primer sitio que pillé y me
bajé. Caminé hasta la verja principal que, por suerte, estaba abierta. Me
adentré por los jardines de la entrada hasta llegar a la puerta de la gran
casa. Llamé un par de veces al timbre y no tardó en abrirme una mujer de
mediana edad que supuse sería del servicio de los Lawrence.
-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? –me preguntó
educadamente.
-Estoy buscando a Dave.-dije quizás más borde de lo que
quise sonar.
-Voy a ver si el señorito se encuentra en casa. Espere
aquí.-quise esperar pacientemente tal como la señora me había indicado pero
entre el enfado que tenía y que ella estaba tardando demasiado en volver con
una respuesta, decidí ir yo mismo a buscar a ese imbécil.
Entré en la casa con sigilo y cerré la puerta tras de mí.
Aquello era enorme pero le encontraría. ¡Por supuesto que lo haría! Decidí subir
a la planta superior donde supuse que estarían las habitaciones. Me encontré
con un pasillo kilométrico, con puertas a un lado y a otro. Empecé a abrirlas
pero sin ningún éxito. ¿Dónde se había metido mi querido amigo?
Afortunadamente, me encontré con el hermano bueno cuando todavía me quedaban
unas cuantas habitaciones en las que buscar.
-¿Louis? ¿Qué haces tú aquí? –preguntó dejando en el
suelo el bolso de deportes que llevaba colgado a la espalda.
-Tengo una charla pendiente con tu hermano, ¿dónde está?
–hablé.
-No creo que sea buena idea, Louis…
-Nos ha jodido la vida a los tres, a Amy, a ti y a
mí.-dije empezando a dejar que la rabia y el enfado se notaran en mi voz.- Me
da igual que sea tu hermano y me da igual si tengo que registrar esta puta mansión
de arriba abajo pero no me pienso ir sin que pague por lo que ha hecho.
-Esto solo traerá más problemas para ti y para Amy,
piensa en ella, por favor.-pidió.
-Es en quién más estoy pensando ahora mismo.-mascullé
entre dientes, siguiendo mi camino.
-La de la derecha.-le escuché murmurar y me giré para
mirarle y articular un “gracias” con los labios.
Me dirigí a la puerta que me había indicado y sin llamar,
la abrí para encontrarme con Dave tirado en su cama con el mando de la
PlayStation en sus manos.
-Esto es allanamiento de morada.-dijo con una sonrisa
burlona en sus labios.
-Y esto es lo que te mereces por ser tan gilipollas.-dije
mientras mi puño cerrado con fuerza iba directamente hasta una de sus mejillas.
Todo lo que ocurrió después, pasó demasiado rápido. Ambos
nos enzarzamos en una pelea en la que los puñetazos volaban de un lado al otro
y acabamos tirados por el suelo de la habitación. Ni siquiera los gritos de la
señora que me había abierto la puerta me hicieron parar. Tenía mucha rabia
contenida y estaba dejándola salir sin ningún tipo de filtro.
-¡Está bien! –dijo una voz masculina firme.- Suéltale o
tendré que llamar a la policía, muchacho. Suéltale.-repitió. Finalmente, accedí
y le solté, dejando que cayera sobre el suelo.
-¡Casi lo mata, señor! –dijo la empleada, corriendo al
lado de Dave. Tampoco era para tanto o quizás sí, ¿tanta sangre en la nariz
significaba que se la había roto?
-No exageres, Caroline.-esa voz era la de Sam que acababa
de llegar.- Además, se lo tiene merecido.
-No creo que te hayan quedado ganas de volver a expiarnos
y hacernos fotos.
-No me das ningún miedo.-volvió a encararme Dave,
poniéndose de pie. Levanté el brazo de nuevo para propinarle un nuevo puñetazo
pero esta vez, Sam no me lo permitió.
-Vale ya, Louis.
-¡Sal de mi casa o llamo a la policía! No te atrevas a
volver a amenazar a mi hijo.-habló el señor Lawrence.
-¿Necesitas que papi te defienda, Dave? Creía que no se
podía caer más bajo pero ya veo que sí.-escupí casi las palabras mientras Sam
tiraba de mí y me llevaba fuera.- Sé salir solo, gracias.-espeté, aun enfadado.
-No la tomes conmigo, ¡no ha sido mi culpa! –se defendió.
-¡Ya lo sé! Pero es que por su culpa todo se ha ido a la
mierda. Tú puedes irte de tu casa y solucionado, vivirás feliz con tu chica pero,
¿y ella?
-Algo habrá que podáis hacer.-dijo poniendo una mano
sobre mi hombro.
-Eso si su padre no la encierra en su casa.-mi móvil
interrumpió la conversación. Miré en la pantalla. Otra vez Joe. Descolgué de
mala gana.- ¡Que ya voy, joder! –grité y colgué.-Tengo que irme. Ahora me toca
lidiar con mi mánager.-le expliqué.
-Yo haré todo lo posible para que no tengas que lidiar
luego con la policía.-dijo.- Dave es capaz de denunciarte.
-Gracias, Sam.-asentí con la cabeza.- Ya nos veremos.
-Saluda a Amy de mi parte y dila que sea fuerte,
intentaré ir a verla en cuanto pueda.-Nos despedimos con un choque de puños y
me metí en el coche.
Volví a sacar el móvil porque había visto varias
notificaciones de WhatsApp, una de ellas de Dani que evidentemente era de Amy.
Lo leí. ¡Oh, genial! Tampoco tenía móvil, ¿y cómo se supone que vamos a
mantener el contacto? Más tarde llamaría a Ron para ver si estaba allí con ella
y Eli y me pasaría a hablar con mi chica. Tenía varios mensajes más de los
chicos diciéndome que dónde andaba, que nuestro mánager me estaba buscando
desesperadamente y tampoco los contesté, simplemente guardé el teléfono en el
bolsillo de mi pantalón. Antes de empezar a conducir me miré en el espejo del
coche y ví que el capullo había acertado en un par de ocasiones y tenía un
golpe justo debajo del ojo que se pondría morado en los siguientes días y el
labio inferior partido. Cogí un pañuelo de papel, lo humedecí con la lengua y
lo llevé a la parte que sangraba un poco para quitar la línea roja que llegaba
hasta mi barbilla.
¡Hola chicas! ¿Qué tal? ¡Ya es viernes por fin! Y tenéis un nuevo capítulo de la fic, ¿qué os ha parecido? Debo pedir disculpas por el lenguaje de Louis jajajaja que sepáis que me cuesta muchísimo escribir peleas y escribir con insultos y demás -.- Pero en fin, espero que no haya quedado muy mal. Ahora le toca a Louis ir a lidiar con el mánager...¿qué creéis que pasará? ¿Le echará mucho la bronca? ¿Le pedirá que deje a Amy? Habrá que esperar hasta el próximo viernes para saberlo...
Ahora un tema que dejé pendiente la semana pasada...puse una encuesta sobre si nos vamos a Wattpad o no y, a pesar de que 6 decís que siga en Blogger...este es el ÚLTIMO capítulo que subo aquí. No comenta apenas nadie aquí y, como ya os dije, creo qeu Wattpad es bastante más cómodo para vosotras y para mí. Además, apenas tengo tiempo ahora porque he empezado a trabajar de prácticas en un cole y me es más fácil subir solo en un sitio. ¿Solución para las que no tenéis Wattpad queréis seguir leyendo pero no queréis haceros cuenta? ¡Muy fácil! Dejadme vuestro tw y os avisaré por ahí encantada cada vez que suba. Va a ser igual que aquí. Así que, ya me despido de vosotras hasta la semana que viene y del blog hasta siempre. Muchisimas gracias.
Love,
Sarai.
viernes, 9 de enero de 2015
Capítulo 66.
Amanda Turner
Cuando llamé a Sam resultaba que él acababa de enterarse en
una situación parecida a la mía: su padre había visto la revista y, obviamente
había empezado a describirme con varios insultos, creyendo que había engañado a
su hijo. Fue ahí donde no tuvo más remedio que contarle que todo era una farsa,
que nos queríamos mucho pero como amigos y que él estaba perfectamente al tanto
de que tenía novio, igual que me pasaba a mí con su novia. Más tarde, descubrió
que su hermano había sido el artífice de todo aquello al encontrarle hablando
con alguien por teléfono diciéndole que todo había salido bien y que ya se
sabía la verdad. Algo poco inteligente por parte de Dave pero…así era él: un
gran idiota.
-¿Qué vamos a hacer ahora, Lou? –pregunté. Se le notaba
bastante cabreado. Yo estaba enfadada pero probablemente la sensación de miedo
a perderle era la que predominaba en mí en aquel momento.
-Ahora mismo irnos a la cama.-contestó esbozando una
pequeña sonrisa mientras recogía las dos tazas que habíamos usado y las dejaba
en el fregadero.- Venga, vamos, es muy tarde ya.-dijo cogiendo mis manos,
tirando de mí para llevarme fuera de la cocina y subir a su habitación.
-Sabes que no me refería a eso.-dije entrando en la
habitación. Nos tumbamos en la cama.
-¿De qué tienes tanto miedo, pequeña? –preguntó
mirándome.
-De nada.-contesté rápidamente. Él sonrió.
-No mientas, te lo veo en la cara, tienes miedo y no sé
por qué. Los dos sabíamos que este momento podría llegar.-dirigí mi mirada a
las sábanas, evitando sus ojos azules.-Amy.-me llamó, levantándome la cabeza
delicadamente con su mano. Cerré los ojos y suspiré.
-Tengo miedo de todo lo que pasará a partir de
ahora.-admití.
-Nada va a cambiar.-dijo y le miré alzando una ceja.
Rió.- Bueno algunas cosas sí pero lo que tenemos no cambiará.
-Tengo miedo de lo que es capaz de hacer mi padre, de que
me encierre de por vida y no pueda volverte a ver, de que te canses de
esperarme y te busques a otra chica que no te dé problemas, de que tus mánagers
te prohíban verme o de que tus fans empiecen a mandarme odio como a Gin, Lucy o
Eli cuando se enteren de que estoy contigo.-confesé intentando que las lágrimas
no salieran a la luz, ya había llorado suficiente durante las últimas horas.
-Así que era eso, eh.-se acercó más a mí y sostuvo mi
cara entre sus manos.- Las fans entenderán que te quiero y si no lo hacen, es
su problema pero no dejaré que te atormenten. Los mánagers probablemente
quieran lo que tú temes pero no permitiré que se metan en mi vida privada, yo
salgo con quien yo quiero. ¿Qué más has dicho? –sonrió.- Ah sí, que me busque a
otra…no sé si es que no sé demostrarte que solo te quiero a ti o es que tú no
pillas mis señales –no pude evitar sonreír.- ¿tanto te cuesta asumir que me
haya enamorado de ti, problemas incluidos? –eliminé la distancia entre nuestros
labios y lo besé tras aquella declaración.
-Aún hay un problema al que no has puesto
solución.-murmuré.
-De tu padre nos encargaremos mañana. Será lo primero que
hagamos: ir a hablar con él.-afirmó.
-¿Qué? No quiero volver a mi casa. Al menos no
todavía.-dije acomodándome sobre él, con mi cabeza a la altura de su hombro,
sobre su pecho.
-¿Crees que no me encantaría tenerte por aquí rondando
todo el día? Pero tu padre es capaz de poner una denuncia por desaparición y, creéme,
pasar una noche en comisaría no está dentro de mis planes.
-En el fondo tienes razón.-susurré.
-Ahora duérmete, necesitamos energías para combatir a tu
padre mañana.-bromeó. Besó mi frente y cerré los ojos.
-Te quiero muchísimo, Lou.-murmuré, dejando un pequeño
beso en su mandíbula después.
-Y yo a ti.-sentí cómo deslizaba su mano por mi pelo.- No
dejaré que nos separen, te lo prometo.-le escuché susurrar antes de quedarme
dormida entre sus brazos.
Louis Tomlinson
Me desperté a la mañana siguiente encontrándonos en la
misma posición de la noche anterior salvo por una cosa: el pequeño brazo de Amy
estaba anclado a mi cintura. Sonreí observando cómo dormía, parecía bastante
más tranquila que cuando vino anoche. Una de nuestras canciones llegó a mi
mente.
-They don’t know
how special you are, they don’t know what you’ve done to my heart.-Pasé mis
dedos por su pelo, apartándolo de su frente, mientras cantaba en voz baja.- They can say anything they want cause they
don’t know about us.They don’t know what we do best, that’s between me and you,
our little secret.-sonreí.- but I
wanna tell’em, I wanna tell the world that you’re mine, girl. Buenos días.-dije
cuando la vi abrir los ojos.
-Puedes seguir cantando.-dijo divertida, volviendo a
cerrarlos y accedí a su petición.
-They don’t know
about the things we do, they don’t know about the i love yous but I bet you if they only knew, they will
just be jealous of us. They don’t know about the up all nights, they don’t know
I’ve waited all my life just to find a love that feels this right, baby they
don’t know about us.
-¿Por qué decías que no puedo despertarme así todos los
días? –preguntó aun acurrucada sobre mí.
-Porque tu padre nos mataría, primero a mí por salir con
su niña pequeña y después a ti por ser una rebelde.-ambos nos echamos a reír.
-Sabes que no va a entrar en razón, ¿verdad? –murmuró.
-Sé que no va a ser fácil pero sé que yo no me doy por
vencido tan rápido.-deposité un beso en su cabeza.- Así que vamos, tenemos
cosas que solucionar.
-Me pido la ducha primera.-soltó rápidamente antes de
dejar un beso en mi cuello y salir corriendo de la cama para ir al baño.
-¡Eres una tramposa! –grité para que me escuchara y oí
sus carcajadas desde el baño.
Me quedé tumbado en la cama unos minutos más, escuchando
el ruido que hacía el agua de la ducha de fondo. Decidí levantarme cuando no la
escuché más.
-Voy preparando el desayuno, ¿de acuerdo? –dije asomándome
a la puerta del baño, encontrándomela solo con una toalla rodeando su cuerpo.
Toalla que haría desaparecer si no tuviera que llevarla de vuelta a su casa.
-Asegúrate de que haya algo de chocolate, necesito
energía para lo que se nos viene encima.
-Entendido, desayuno con especial de chocolate para la
señorita.-dije divertido antes de bajar y emprender mi camino hasta la cocina.
En cuanto entré en la cocina, me puse manos a la obra.
Saqué el tostador para poner unas cuantas rebanadas de pan de molde sobre él.
Puse una tetera con agua a calentar para mi té y para ella, un cazo con leche.
Unos minutos después ya lo tenía todo preparado: tostadas con mermelada –nutella
en su caso–, una taza de té con leche y su taza de leche con Cola Cao.
-Huele que alimenta.-dijo entrando en la cocina y tomando
asiento en la misma banqueta de anoche.
-Esto debería verlo tu padre, así se daría cuenta de que
yo también soy buen partido.-bromeé mientras me sentaba frente a ella.
-¿Podemos evitar a mi padre hasta que nos vayamos? –levanté
las manos, sonriendo.
-Hecho.
Cambié radicalmente el tema de conversación durante el
desayuno y me dediqué a intentar hacerla reír porque sabía que lo que nos
esperaba poco después no tendría ni pizca de gracia.
Cuando terminamos de desayunar, ella insistió en recoger
el desayuno mientras yo me duchaba. No tardé mucho, me vestí de manera
informal, con unos vaqueros, un jersey de cuello alto y unas vans. Cogí mis pertenencias
y volví a reunirme con mi chica en el salón de mi casa.
-¿Lista? –pregunté.
-Para nada.-resopló, haciendo que su flequillo se
revolviera.
-Todo va a salir bien, ya lo verás.-besé su mejilla y
salimos de casa después de coger las llaves del coche y su bolsa con todas sus
cosas.
Puse un poco de música para amenizar el camino aunque Amy
parecía demasiado nerviosa: no paraba de mover la pierna derecha y se mordía
constantemente el labio inferior mientras miraba por la ventana. Quité la mano
izquierda del volante para llevarla hasta su muslo y hacerle una pequeña
caricia.
-Cálmate, pequeña.
-No puedo. Me va a matar.-dijo negando con la cabeza, con
el labio entre sus dientes.
-No le voy a dejar que me deje sin novia.-dije haciéndola
sonreír levemente.
Llegamos a su casa unos minutos después. Aparqué frente a
la puerta ya que había un sitio y nos bajamos del coche. Abrí el maletero para
cargar con su bolso y la acompañé hasta la puerta.
-Necesito algo antes de llamar.-dijo mirándome. Hice un
movimiento con la cabeza, invitándola a seguir.- Bésame.-pidió.
Coloqué la mano que tenía libre en su cuello y la atraje
hasta mí para unir nuestros labios. Nos dejamos llevar durante unos segundos,
yo intentando transmitirla algo de tranquilidad en aquel beso. Nos separamos y
ella suspiró, llevando con pesar el dedo hasta el timbre. Lo presionó y,
seguidamente, escuchamos pasos viniendo hacia la puerta, agarró mi mano fuerte,
esperando ver qué miembro de su familia era el que nos recibía.
-¡Gracias a Dios que has vuelto, Amy! –era su madre.- ¿Estás
bien?
-Sí, mamá.-respondió seria.- No te preocupes.
-¿Cómo no voy a preocuparme si cuando nos hemos levantado
esta mañana no estabas en tu habitación y? –se calló al reparar en mi presencia
al lado de su hija.
-Creo que ya nos conocíamos.-hablé educadamente.- Soy
Louis Tomlinson, novio de Amanda, un placer volver a verla, señora Turner.-
-Aquí nadie es novio de nadie.-Genial, ¡empezaba la
batalla!
-En realidad sí que lo es, papá.-contestó Amy y su padre
soltó una gran carcajada. Este hombre no estaba bien de la cabeza.
-No me hagas reír, Amanda. ¿De verdad te crees todo lo
que te dice? ¿Ves como eres una niña todavía?
-Con todos mis respetos, señor, no creo que sin conocerme
de nada tenga derecho a insinuar que soy un mentiroso.
-Con todos mis respetos, chico.-habló casi haciéndome
burla.- no creo que debas meterte en asuntos que no son de tu incumbencia. Así
que, puedes irte por donde has venido.
-No voy a ir a ninguna parte.-dije firme.- No hasta que
solucionemos esto.
-Son cosas entre mi hija y yo, no voy a permitir que un
niñato como tú venga a decirme qué tengo o no que hacer.-iba a hablar pero un
apretón por parte de Amy me indicó que no lo hiciera.
-Es mejor que te vayas, Louis.-murmuró.
-¿Estás segura? Puedo quedarme si quieres.-
-Segura.
-¿Es que estás sordo, muchacho? –habló otra vez su padre.
¡Qué hombre tan repelente!
-Papá, déjanos un minuto.-pidió.
-De eso nada.
-Kevin, por favor.-le dijo su mujer, casi regañándole.
-Medio minuto.-indicó y desapareció de la puerta, donde
todavía estábamos nosotros.
-Luego te llamo, ¿vale? –me dijo ella.- No te preocupes
por mí.
-Estaré esperando esa llamada, si necesitas algo sabes
dónde encontrarme.-asintió con la cabeza y besé su frente.- Te quiero, no lo
olvides.
-Y yo a ti.
Dejé el bolso con sus cosas en el suelo y entré de nuevo
en mi coche. En cuanto arranqué, el móvil empezó a sonar y dí al botón en el
volante que servía para recibir las llamadas y que sonara por el dispositivo de
bluetooth del coche.
-¿Sí?
-Louis te quiero en mi despacho en quince minutos.-esa
era la voz de Joseph, nuestro mánager. ¡Estupendo! ¡Otro que ya ha visto las
revistas!
-Eso tendrá que esperar, Joe.
-He dicho que.-le corté.
-Y yo he dicho que tendrá que esperar. Primero tengo que
hacer una cosa.
¡Hola chicas! ¿Qué tal lleváis la vuelta a la rutina? ¿Mal? ¿Fatal? Pues por eso os he dejado un capítulo, para que no se os haga tan horrible. Sé que ha quedado un pelín corto pero no he podido resistir la tentación de dejarlo ahí. ¿Qué es lo que creéis que va a hacer Louis? Yo creo que es bastante claro o no... Así que eso, y la bronca monumental que le va a caer a Amy en su casa, lo dejamos para el siguiente. Ahora tengo una pregunta que haceros. En estos días he estado pensando en dejar el blog y subir la fic solo a Wattpad ya que la mayoría leéis allí y no sé, es como una tontería subirla aquí también si apenas recibo comentarios aquí porque me los dejáis en Wattpad. ¿Qué pensáis? ¡opinad, por favor! O votad en la encuesta que he puesto en el blog. Creo que sería más fácil para todos tenerla solo en Wattpad porque además, los que ni comentáis, allí podríais darle a la estrellita del voto y así la fic subiría puestos y esas cosillas. Además, os seguiría avisando por twitter. Sobre cuándo subiré ahora que se han acabado las vacaciones: pues estaré bastante ocupada a partir del miércoles, pero mi idea es seguir como antes: subir esta historia cada viernes, así que lo voy a intentar. Para las que todavía no os hayáis enterado: he empezado una NUEVA fic, está en Wattpad, se llama Without Limits y este es el link: http://www.wattpad.com/story/22120819-without-limits Agradecería muchísimo que os pasárais. Pues nada, os veo a las que leéis WL el domingo y a las demás el viernes. Muchas gracias.
Love,
Sarai.
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